Vinos para el verano

Llegan el verano, las vacaciones, los mediodías al sol con un tinto de verano y los comentarios del tipo «mejor un vino blanco fresquito cuando hace tanto calor» o «los tintos mejor cuando termine este calor porque se han de tomar a temperatura ambiente». Pues ni los vinos blancos son sólo para el verano ni hace falta esperar al crudo invierno para descorchar un buen tinto. En verano un buen tinto fresco y joven o muchísimos tintos tomados un poco más fríos son un compañero perfecto.

El verano, además, es un buen momento para el turismo enológico. Los amantes de la enología y el vino que quieran huir unos días de los chiringuitos abarrotados tienen todo un mundo de rutas para escoger por nuestro territorio. Pequeñas D.O. como Empordà-Costa Brava hacen una fantástica selección de los mejores productos enológicos pasando por los más interesantes y pintorescos lugares de la costa norte catalana. Para los amantes de los clásicos es indispensable perderse por Ribera del Duero y Rioja. Cuando aprieta el calor nada mejor que un viaje por las Rías Baixas gallegas donde, aparte del vino, disfrutará de unos hermosos paisajes y monumentos sensacionales, y la gastronomía local será la guinda del pastel a la ruta. Valencia y Utiel Requena, Montilla Moriles, Costers del Segre, Castilla-La Mancha o una ruta mediterránea son siempre un acierto para estos días.

No os preocupéis por los tópicos y degustad un buen vino tinto en verano –que no un tinto de verano–, ponedlo en la nevera unos minutos y descubriréis por qué no todos los vinos de verano son blancos.

Mas Romeu Senglar 2014

14,5º
D.O. Empordà-Costa Brava
Precio: 9,95 €

En Palau Savardera (Girona) se encuentra el Celler Mas Romeu. Esta pequeña bodega, en el corazón de la D.O. Empordà-Costa Brava, hace un producto cuidado al extremo con un resultado excepcional. Este vino tinto vinificado con una maceración media y una fermantación controlada es una mezcla de samsó, merlot y garnacha negra. Está formado por un coupage de vino envejecido en barricas de roble Allier (20%) y un 80% de vino joven.

De colores rojos y rubí intensos y aromas muy sutiles a frutas rojas, moras y cerezas, es el compañero perfecto para cualquier tipo de celebración por su carácter desenfadado pero elegante al mismo tiempo. ¡Un gustazo!