Gracias a estas burbujas, los aromas explotan en la nariz dando una alta intensidad aromática. La elaboración tradicional de estos vinos según cada región da como resultado la conservación de un poco de CO2 producido durante la fermentación.
Muchos países realizan vinos de aguja que bajo nombres diferentes –vin pétillant, vino frizzante, perlwein, vinho frisante, vi d´agulla o txinparta– reúnen un mismo producto. Vinos normalmente un poco ácidos y jóvenes que son sometidos a dos fermentaciones para su obtención de CO2.
Los vinos de aguja suelen tomarse a temperatura más fría que un vino blanco o un rosado, y para ver su calidad es importante el tamaño de las burbujas y su cantidad, ya que son muy importantes a nivel olfativo. Estos vinos maridan perfectamente con cualquier entrante, y solos o acompañados siempre son una buena elección en un cóctel. Las frutas encuentran en los vinos de aguja un gran aliado a la hora de tomar postres y son perfectos con pescados de roca al horno.
Precio: 8 €
Graduación: 10,5º
Bodegas Pinord
Este fantástico cupage de Chardonnay y Macabeo se realiza una vez fermentadas las dos variedades por separado. Amarillo pálido, cristalino y transparente con tonos verdosos, tiene un marcado carácter afrutado y aroma intenso donde encontramos aromas a plátano verde, albaricoque y manzana. En boca es refrescante, fresco y fino, y las frutas predominan dando un posgusto largo que deja una sensación muy equilibrada al paladar. Perfecto con una dorada salvaje al horno con patatas y cebollas o un buen suquet de rape.