Hay que tener en cuenta que no sólo es un tipo de vino, sino también una filosofía de vida en la que se conjugan ciencia, trabajo y la autosustentabilidad natural en una plena conexión entre la tierra y el espacio.
Ésta tiene su origen a principios del siglo pasado, en los consejos que el filósofo austríaco Rudolf Steiner ofreció a unos agricultores que le pidieron su opinión asustados por la disminución de calidad de sus vinos. El más básico concepto de la agricultura biodinámica es considerar el territorio de cultivo como un organismo propio, disminuyendo al máximo la dependencia del exterior y por supuesto cualquier tipo de herbicida, pesticida o conservantes que no sean naturales.
En este tipo de agricultura se usan preparados biodinámicos con el objetivo de preparar la tierra de cultivo de forma que se fomenten los microorganismos y la materia orgánica en el suelo.
Lograr la aprobación y certificación internacional de estos tipos de vinos requiere demostrar durante años que las cepas han tenido un crecimiento completamente natural, con preparados vegetales y minerales para su fertilización, y que la cosecha, el embotellado y la producción también han tenido un tratamiento específico y siempre han seguido el calendario de ciclos lunares biodinámicos. Sólo hay una agencia alemana capacitada para dar este certificado.
Los vinos biodinámicos tienen incluso un calendario lunar para la cata, donde cada día del mes se dividen en cuatro grupos –días de fruto, días de flor, días de hoja y días de raíz–, y demuestran diferentes aspectos.
Bodega: Recaredo
Alcohol: 12.0
Precio: 17 €
Este cava elaborado en Sant Sadurní d´Anoia por las bodegas Recaredo es completamente biodinámico con variedades macabeu, xarel·lo y parellada. Con intensos aromas a plátano y naranja y muy expresivo en boca. Perfecto para acompañar aperitivos, postres de chocolate y cítricos, y cualquier tipo de arroz.