Los vinos atlánticos son más ligeros. Una de sus características más generalizada es la marcada acidez, y en ocasiones son un tanto verdes tanto en olores como en boca debido a la dureza de los taninos. Su cualidad más apreciada tanto en tintos como en blancos es su frescor y su perfecto equilibrio entre esta frescura, su acidez y el cuerpo, dando productos muy singulares y apetitosos. Son vinos con aromas y gustos a frutas menos marcados que los mediterráneos, y que nos recuerdan a la fruta más fresca y a flores menos dulces. Son menos golosos porque el clima no favorece tanto la maduración de la uva, lo que se traduce en fruta más ácida que acumula menos azúcar y obtiene así unos grados alcohólicos más moderados. También hablamos de la verticalidad de estos vinos, es decir, son bombas aromáticas en la boca y, cuando pasa el tiempo, poco queda de ellos.
Bodega: Venus la Universal
D.O.: Montsant 13,5º
Precio: 12,80 €
En esta pequeña bodega de Falset se elabora este sensacional vino en su finca de 10 hectáreas de suelos graníticos, ácidos y muy pobres en materia orgánica. Se usa Garnacha, Merlot, Cabernet Sauvignon y Sirah. Tras maceraciones no muy largas, el mosto se fermenta en ánforas de arcilla y depósitos de hormigón. El 60% del vino se fermenta en barricas de distinto tamaño, y el resto en hormigón. Tiene un color carmesí y ribete morado con aromas a arándanos, moras, tomillo, romero y notas especiadas. En boca es fresco, equilibrado y sabroso. Muy acertado para un compromiso.