Esta materia prima es la base de los vinos de maduración tardía. En este grupo encontramos los vinos de Sauternes, los Tokaji, los vinos alemanes de vendimia tardía, los vinos de hielo o los vinos de pasa.
Los vinos de Sauternes se obtienen de las uvas de semillon y sauvignon blanc infectadas por el hongo Botrytis. Su fermentación puede durar un año entero debido al alto contenido de azúcares, por eso la fermentación no es completa y se obtienen unos niveles de azúcar residuales de entre un 8 y un 12% y unos 14 grados alcohólicos.
En el caso de los Tokaji, elaborados en Hungría y Eslovaquia desde 1650 con las variedades de furmint, moscatel amarillo y hárslevelü, su recolección es básica y especial. Una a una se seleccionan las uvas perfectamente botritizadas y maduradas en la vid para su fermentación y posterior envejecimiento en toneles medio llenos donde una levadura cubre la superficie del líquido.
Las uvas maduras para los vinos de hielo son recogidas en plena noche y congeladas para una posterior prensada al exterior con una prensa también congelada. Las variedades riesling y gewürtztraminer son las joyas de la corona para este tipo de vino, y Canadá y Alemania sus reinos.
Son vinos especialmente adecuados para postres elaborados con cítricos, natas o cremas pasteleras.
D.O. Rueda
Precio 7,95 €
Este vino dulce natural es una pequeña joya para los postres en casa. Tiene unas marcadas sensaciones a frutas exóticas blancas, aparecen peras en almíbar y unas fragancias muy frutales. En boca recuerda a los buenos vinos alsacianos gracias a su frescor y natural acidez. Es persistente y con un perfecto equilibrio entre la dulzura y la acidez. Perfecto para cualquier postre con chocolate, hojaldre, mousse cítrica o cualquier tipo de galletas, pastas de té o unos buenos pastelitos de calabaza.