La robotización de los procesos de una farmacia es un proceso tecnológico en el cual se instala un complejo robot que realiza la dispensación de los medicamentos mediante su petición por el sistema de gestión de la farmacia. Este proceso puede facilitar en gran medida la labor de un farmacéutico en muchos aspectos del día a día, aunque como veremos más adelante deben darse una serie de condiciones para que esta inversión resulte rentable.
Objetivos concretos
Podemos resumir sus ventajas en cuatro objetivos concretos.
• En primer lugar, la robotización de la oficina de farmacia ayuda a disminuir los costes estructurales fijos. Facilita optimizar la inversión en recursos humanos, ganando tiempo en dispensación y reposición, que puede invertirse en aumentar la atención al cliente.
• En segundo lugar, quizás el punto más importante es el incremento de las ventas que la robotización puede ayudar a conseguir. Al poder dedicar más tiempo y atención a nuestros clientes, la calidad del asesoramiento y la posibilidad de recomendar productos mejoran, pudiendo aplicar un enfoque mucho más comercial, rentabilizando cada contacto con nuestros clientes. Es imprescindible, en este punto, concienciar a nuestro personal de que deben dedicar ese tiempo a detectar las necesidades de cada cliente y no limitarse a esperar a que llegue el medicamento, para poder recomendarles productos adecuados, aunque no fueran buscándolos. Eso sí, es fundamental dar una formación comercial a nuestro equipo que les pueda ayudar en este aspecto.
• En tercer lugar, la instalación de dicho robot no tiene que ser necesariamente en el espacio de la farmacia, pudiendo instalarse en la planta superior o inferior a esta. Eso supone un mayor espacio libre dentro de la oficina de farmacia que puede traducirse en mejores estrategias de marketing y publicidad en el punto de venta, además, por supuesto, de la posibilidad de ofrecer servicios profesionales en ese espacio, diversificando nuestras alternativas de negocio y ganando rentabilidad. En resumen, más espacio es igual a más exposición, lo que se traduce en más ventas.
• En cuarto y último lugar, la robotización de la oficina de farmacia permite un mejor control del stock, ya que la recepción de los pedidos es automática, lo que permite un ahorro de tiempo en inventariado y una mayor credibilidad a los datos del almacén.
A tener en cuenta
No obstante, no todo son ventajas. Debemos valorar una serie de parámetros antes de realizar dicha instalación.
Por un lado, es importante tener en cuenta si nuestra oficina de farmacia recibe suficientes clientes como para poder justificar la inversión necesaria en el robot. Debemos plantearnos que los costes de implantación más el de mantenimiento tienen un plazo de amortización de 10 años, que se tiene que conseguir a través de los beneficios aportados por la mayor venta y por el ahorro de costes de estructura. Es decir, antes de plantearnos la instalación, es necesario determinar si los beneficios de nuestras ventas y el ahorro de los costes de estructura serán superiores a los costes producidos por el proceso de robotización. Además, otro factor a considerar es si nuestro personal es lo suficientemente comercial como para facilitar el incremento de ventas (por aprovechamiento del mayor tiempo disponible con el cliente).
Podemos concluir que el proceso de robotización de la oficina de farmacia en muchos casos puede aportar más ventajas que inconvenientes, y que su adaptación forma parte del proceso de adaptación de las farmacias del futuro, centradas en una gestión más eficiente, tanto de sus productos como del paciente.