El equipo
En primer lugar, el equipo de la farmacia es el núcleo fundamental del que parte nuestro éxito. Si mantenemos al equipo bien formado y preparado será más sencillo que éste pueda desenvolverse mejor en todas las situaciones que se le presenten, facilitando sus labores y aumentando su satisfacción personal. Si queremos mantener alta la moral de nuestros trabajadores debemos hablar con ellos, hacerles partícipes de las prioridades y conocer lo que necesitan, qué problemas tienen en su día a día en el trabajo, para qué se sienten más capacitados y para qué no, de manera que encuentren en nosotros la ayuda que puedan necesitar. Establecer reuniones periódicas, tanto individuales como en grupo, es una buena forma de facilitar esta labor y de fluidificar las relaciones del grupo de trabajo. Para mí, desde luego, ellos son sin duda la clave de mi éxito.
La venta libre
En segundo lugar, es fundamental apostar por la venta libre. La sociedad de hoy en día se encuentra inmersa en una espiral de autocuidado y culto a la salud, por lo que el consumidor cada día demanda más servicios y productos que favorezcan el desarrollo y potenciación de la misma, en lugar de esperar a tener que repararla. En este punto la oficina de farmacia tiene mucho recorrido para trabajar, y son muchas las cosas que puede hacer para ello. La exposición del producto es sin duda una asignatura pendiente en este punto. Colocarlo de una forma atractiva, más sugerente, invitando al cliente a cogerlo, a tocarlo y necesitarlo, es básico para el buen funcionamiento de estas categorías. En este ámbito resulta de gran ayuda hacer uso de las técnicas de neuromarketing para generar una experiencia de compra al consumidor que no sólo lo invite a adquirir el producto, sino también a comprar más en nuestra farmacia, a hablar bien de ella a sus amigos y vecinos, favoreciendo su fidelización y la de aquellos que le rodeen.
Objetivos
Por último, no quiero iniciar el año sin hablar de la importancia de tener unos objetivos claros, concisos y bien definidos. Cuando planeamos un viaje, unas vacaciones o un evento importante, elegimos cuidadosamente las fechas, el destino o lugar de celebración, medios de transporte, alojamiento, etc. Entonces, ¿por qué no hacer lo mismo en nuestra oficina de farmacia? Para saber a dónde queremos llegar, es necesario que sepamos cómo hacerlo, con qué medios o en qué plazos, y desde dónde partimos. Para poder hacer todo esto es necesario realizar un estudio inicial para determinar nuestro punto de partida en todos los niveles, y una vez que sepamos en dónde estamos, es el momento de trazar las metas y las rutas por las que vamos a alcanzarlas. Eso sí, debemos dejar la imaginación para crear esa experiencia de compra de la que hablábamos, y tomar este apartado con la máxima objetividad posible.
2015 será un año bueno, en eso concuerdan todas las previsiones, pero está en nuestra mano hacerlo aún mejor.