Informe ASPIME 2021: Capítulo 1. Principales cifras económicas de la farmacia española según volumen de ventas

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Iniciamos en este número la publicación por capítulos del Informe ASPIME 2021, que año tras año compara valores y analiza las principales magnitudes económicas para obtener unas cifras medias que sirvan de referencia comparativa para cada una de las oficinas de farmacia, y sobre todo para fijar la tendencia del sector. En la revista incluiremos un breve resumen de cada capítulo a modo de guía del contenido completo, que podrá consultarse en nuestra página web. En el primer capítulo, Xavier Besalduch, economista y socio de ASPIME, analiza las principales cifras económicas de la farmacia española y clasifica las oficinas de farmacia según su facturación.

 

En el primer tramo, se encuentran las que tienen el tope en los 300.000 euros. Este tipo de farmacias se caracteriza por su escasa capacidad de maniobra, lo que limita la toma de decisiones de inversión, acota la posibilidad de contratación e impide una gestión de compras óptima. Ubicadas principalmente en zonas rurales, muchas de estas farmacias son establecimientos en situación de «viabilidad económica comprometida» (VEC), y ofrecen un servicio público que no se corresponde con la rentabilidad que obtienen.

En el segundo tramo se sitúan las farmacias con una facturación que va desde los 300.001 hasta los 600.000 euros. Estas oficinas de farmacia ya tienen un poco más de recorrido, sin olvidar que de sus decisiones dependerá su «salario». El margen bruto se ha situado en un 29,81%, cercano a la barrera psicológica del 30%. Este tramo ya tiene una estructura mínima de costes para el funcionamiento, y de ahí que decaiga el porcentaje respecto al primero, aunque no el rendimiento obtenido. El beneficio neto después de tributar se sitúa, por tanto, en un 6,91%.

Ya en el tercer tramo, con unas oficinas de farmacia con cifras de negocio entre los 600.001 y los 900.000,00 euros, empezamos a hablar de empresas. Este tramo destaca por ser el que mayor rentabilidad neta deja después de pagar impuestos, situándose en un 6,66%. Es una oficina de farmacia más estructurada, con ciertos protocolos de funcionamiento y de gestión, y con capacidad de decisión, aunque limitada, para realizar inversiones en nuevos equipamientos y las tan conocidas «reformas». Todo en aras no de mantenerse, como podría ser en los anteriores tramos, sino de dar un paso adelante y situarse en la franja del millón de euros de facturación. En estas farmacias ya conocemos la palabra «equipo», y la proyección queda fijada en la venta del no-medicamento como herramienta principal de su crecimiento.

Por el alto volumen de venta libre que tienen las farmacias que facturan anualmente más de 2.000.001 euros, sacrifican parte del margen para ser más competitivas y así poder generar una mayor rotación del producto, cuestión que nos lleva a un resultado del margen bruto del 29,32%

Saltando ya al tramo siguiente, el que va de 900.001 a 1.200.000 euros, encontramos una tipología de farmacia estructurada, en ocasiones con horarios ampliados, y que obtiene como margen bruto porcentual el segundo mayor de todos los tramos, un 30,62%. Con capacidad de negociación con la distribución, consigue un gran margen en descuentos y rappels, puede permitirse estocar en todos aquellos productos o familias de rotación alta, y, en ocasiones, apostar por productos de parafarmacia con una rotación inicialmente baja. Es la oficina de farmacia «tipo» para la reforma integral y para dar un mejor y mayor servicio. El peso de la venta del no-medicamento es significativo, y por ello tratan de actualizar continente y contenido para crecer, sobre todo con el frente abierto en estos últimos años y que ha ganado un peso enorme en el periodo COVID que es la venta por internet. Por ello, el resultado de la inversión en estas farmacias llega al 5,05%, el mayor de los distintos tramos.

Situándonos en el penúltimo tramo o bloque de oficinas de farmacia, que va de 1.200.001 a 2.000.000 de euros, encontramos por primera vez en el estudio que se reducen las muestras de forma considerable. Principalmente ubicadas en las proximidades de centros de salud, centros comerciales, aeropuertos o estaciones de autobuses o ferrocarriles, con superficies de local superiores a la media y con horario ampliado, estas farmacias se nutren de la gran concurrencia y afluencia de personas. Con un enfoque comercial, destacan por la diversidad de líneas de productos (sobre todo de parafarmacia) para llegar a la diversidad de sus clientes. Por volumen pueden permitirse este tipo de gestión de compras, además de beneficiarse de máximos descuentos y rappels de la distribución. Son farmacias con gran capacidad de decisión, salvo, y como excepción, las cercanas a centros de salud, cuyo hándicap recae en el alto porcentaje de venta financiada y, de facto, en la aplicación del real decreto (rappel sobre ventas) que le hace a la Seguridad Social, en la que es importante la cifra de descuento; el resto, sin embargo, se caracterizan por el alto volumen de venta libre, dando ese margen de maniobra para arrojar, todavía a día de hoy, rentabilidades interesantes.

Como el mayor escalón dentro del sector se sitúan las oficinas de farmacia que facturan anualmente más de 2.000.001 euros. Forman una pequeña parte de la muestra, distante de la media española, y se caracterizan por ser una empresa en mayúsculas. Dada su envergadura, volumen y estructura empresarial, pierden el concepto de «botica» y se asimilan más al de «supermercado de salud», con la profesionalidad que ello requiere. Por el alto volumen de venta libre que tienen, sacrifican parte del margen para ser más competitivas y así poder generar una mayor rotación de producto, cuestión que nos lleva a un resultado del margen bruto del 29,32%. El coste salarial de todo el equipo que conforma la farmacia es el mayor de todos los tramos, básicamente por la gran superficie del local, por puestos de venta y por horarios de 24 horas. Este porcentaje llega al 10,77% sobre facturación.