Se sabe hace tiempo que algo no está funcionando en la prevención de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en España. Se ha perdido la percepción del riesgo. Hace falta educación para la salud y mucha divulgación para el público general. Es importante que las personas tomen sus propias decisiones, basadas en su educación, cultura y circunstancias. No se trata de prescribir comportamientos, sino de promover hábitos saludables, como hacemos con la protección solar o la alimentación. Todo es educación para la salud.
Se suele confundir anticoncepción con protección, sobre todo entre los más jóvenes. El simple hecho de llamarlo “planificación familiar” hace que muchas veces no se sientan aludidos. Los que no han conocido la época del miedo al SIDA en los años 80 y 90 han crecido en cambio rodeados de campañas para dejar de fumar y de educación vial para fomentar el uso del cinturón de seguridad.
La mayoría de los mensajes en las campañas sanitarias son muy claros: no tomes drogas, utiliza protector solar… pero la verdad es que no sabemos cuál es la mejor manera de hacer que el mensaje para prevenir las infecciones de transmisión sexual llegue a esta población. El Ministerio de Sanidad presentó en junio del año pasado una campaña de prevención de las ITS en jóvenes con el lema #YoSoyDelSexoSeguro. La campaña no ha tenido mucha repercusión, a pesar de estar destinada a un público que se informa por redes sociales y, a día de hoy, aún no ha quedado claro qué es “ser del sexo seguro”.
Recordemos que los preservativos son el único método anticonceptivo que puede prevenir tanto el embarazo no deseado como la transmisión de muchas infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH. Su uso ha descendido en los últimos años: hay nuevas pautas de comportamiento (Apps de citas, chemsex, slamsex) y la introducción del uso de la PrEP hace que muchas personas no utilicen preservativos. Pero para frenar las ITS también tenemos la vacuna frente al papiloma virus, la de la hepatitis B o la de la viruela símica. Y sobre todo tenemos en nuestras manos las pruebas de detección.

Farmacia e ITS
El farmacéutico, como profesional sanitario, hace divulgación y educa en salud todos los días desde el mostrador. En el caso de las ITS, se debe insistir en la recomendación de utilizar preservativos y barreras bucales en las relaciones sexuales explicando siempre el porqué. También debe promover el diagnóstico precoz con la derivación del paciente a su médico.
En caso de recibir un diagnóstico positivo, se recomienda advertir a todas las parejas con las que se han mantenido relaciones sexuales de riesgo en los últimos dos meses que acudan al médico (incluso si no tienen síntomas) para recibir un diagnóstico y tratamiento.
Frenar la cadena de contagios
Esto es clave para frenar la cadena de contagios. A pesar de no tener síntomas, las personas con ITS pueden contagiar a otras, por eso es tan importante mantener siempre las medidas de prevención durante las relaciones sexuales.
Además, estas infecciones no generan inmunidad, por lo que una persona puede infectarse varias veces. Esto puede llevar a una administración repetida de antibióticos, con el consiguiente riesgo de aparición de resistencias a medio y largo plazo, lo cual es ya de por sí un problema de salud pública.
Por lo tanto, cuando hablamos de sexo seguro hablamos tanto de sexo con protección como de aquel sin protección dentro de una pareja estable, no abierta, en la que ambos tienen un test de ITS negativo reciente y han pasado el período en el cual se pueden incubar ciertas infecciones.
Cifras alarmantesEstamos acostumbrados a no dar importancia a aquello que no aparece en los medios de comunicación, pero muchas personas se están dando cuenta –por fin- de que estamos en una situación muy complicada, con cifras alarmantes. Tenemos unos datos que son los peores de los últimos 50 años. Si hablamos de nuestro país, la comparación de las tasas de incidencia de ITS por Comunidades Autónomas se ve limitada por las diferencias en los sistemas de vigilancia autonómicos, pero la tendencia creciente de la infección gonocócica y de la sífilis, observada a partir del inicio de la década de los años 2000 es clara y se mantiene al alza, sobre todo después de la pandemia. En el año 2023 se notificaron 34.401 casos de infección gonocócica. Las tasas más elevadas se registraron en Cataluña, con 165,30 casos por 100.000 habitantes. El 80% fueron hombres y, según edad, las tasas más elevadas se produjeron en el grupo de 20 a 24 años. Del total de casos notificados, menos de la mitad - el 44,2%- tenían información sobre la transmisión. ![]() Los datos de las enfermedades de declaración obligatoria en nuestro país son públicos. También los de Europa, en la web del European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC). Estos datos muestran que ha habido un aumento del 50% de los casos en 2022 con respecto al año anterior. Esta situación afecta no solo a nuestro país, dado que en otros países de nuestro entorno no están mejor. Según la OMS, cada día, más de un millón de personas de entre 15 y 49 años contrae una infección de transmisión sexual. Según los cálculos de la OMS, unos 374 millones de personas de esa franja de edad contrajeron en 2020 alguna de estas cuatro ITS: clamidiosis, gonorrea, sífilis y tricomoniasis. La buena noticia es que se dispone de tratamientos para las cuatro enfermedades, pero están empezando a aparecer cepas de gonorrea resistentes a antibióticos. |
Jóvenes: barreras de acceso y desconocimiento
Estamos hablando de un problema de salud global. Además, sorprende el dato de las prevalencias de las ITS entre los adolescentes, porque son notablemente más elevadas que en otras franjas de población.
Varios estudios recogen que los jóvenes sienten que hay muchas barreras de acceso al diagnóstico y desde el momento en el que dejan de estar en el cupo de pediatría apenas acuden a consulta. Muchas veces alegan que su tarjeta sanitaria la tienen sus padres, o que no confían en que se preserve la confidencialidad del diagnóstico…
Además de las barreras de acceso, otro reto al que nos enfrentamos es el desconocimiento de la magnitud real del problema porque, como bien alerta la OMS, muchas ITS son asintomáticas, con personas que transmiten una infección sin saberlo.
Más cribados
En España, las ITS sujetas a vigilancia epidemiológica mediante el sistema de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO) son la sífilis, la sífilis congénita y la infección gonocócica. Estas tres ITS requieren notificación numérica e individualizada semanal. Además, también se declaran otras infecciones de transmisión sexual como la infección por Chlamydia trachomatis y el linfogranuloma venéreo.
Pero para tener un diagnóstico hace falta hacer un test de detección, bien en sangre o en muestras de fluidos. Una de las claves para conseguir más diagnósticos consiste en hacer más cribados y desplegar una combinación de educación en salud y eliminación de ciertas barreras administrativas.
Estigma
Hay que evitar sentirse avergonzado por una prueba de ITS positiva. Sigue habiendo mucho estigma alrededor de estas infecciones porque, aunque hay mucha información disponible acerca de las ITS, hay muy poca sobre todo lo que las rodea: drogas (chemsex, slamsex), salud mental, exclusión social, dificultad de acceso al sistema sanitario…
Por ejemplo, en las personas infectadas por el VIH que desconocen su situación porque no están diagnosticadas y no están en tratamiento, sus niveles de carga viral pueden ser muy altos, lo que aumenta considerablemente la probabilidad de transmisión del virus a otras personas.
En el caso de algunas ITS, un retraso en el diagnóstico puede dar lugar a complicaciones graves, como infertilidad, enfermedad pélvica inflamatoria, embarazos ectópicos o cáncer.
Tengamos en cuenta que el periodo desde la pubertad hasta el momento de establecer una relación más o menos estable ha pasado a ser más largo que hace años. Esto conlleva un aumento exponencial de los encuentros y de las potenciales parejas sexuales. Ahora añadamos a la ecuación la facilidad para conectar a través de redes sociales y la movilidad geográfica, con lo que las posibilidades de tener muchas relaciones sexuales a lo largo de la vida parecen mucho mayores que las que existían hace unas décadas.
Esperemos que aumente el conocimiento sobre la prevención de estas infecciones entre los más jóvenes y que sea verdad que practican el sexo con protección, el famoso sexo seguro.
Como decimos en el libro Lo que no te esperas del sexo. Una cita con las infecciones de transmisión sexual (ITS): no todo es sexy en el sexo.