La Farmacia Villar, de A Coruña, atesora un pasado de 192 años y seis generaciones de farmacéuticos. Conservar su larga historia mirando al futuro es el gran reto que afronta su actual titular, Ricardo Villar Ferrer, licenciado en Farmacia y especialista en Ortopedia y Homeopatía.
Las ciencias de la vida, la biología, siempre fueron un polo de atracción para Ricardo Villar Ferrer. «En ese contexto, me pareció que la farmacia era un campo atractivo. La tradición farmacéutica ha sido una constante en mi familia, pero el peso de esa tradición no fue un factor decisivo en mi elección. La farmacia me pareció una carrera y un trabajo que podía ofrecerme mucha satisfacción personal y social.»
El objetivo prioritario para Ricardo Villar en sus inicios profesionales fue aprender lo máximo posible: «Tenía muy claro que el conocimiento era clave para poder desarrollar el trabajo con la mayor calidad», y guarda un gran recuerdo de las personas que le guiaron profesionalmente en esos inicios: «Tengo que agradecerles tanto a mi tutora de prácticas, Marina Picos, como a mi padre el haberme iniciado y guiado en el camino de ser farmacéutico».
«Actualmente, mi objetivo, y creo que lo comparten gran parte de los compañeros de profesión, es ayudar a los pacientes/clientes que vienen a nuestra oficina de farmacia. Tanto desde un punto de vista clínico, para mejorar o curar alguna patología o síntoma, como desde un punto de vista cosmético, nutricional o de cuidado personal, aconsejándoles siempre el producto más adecuado y que les haga sentirse o encontrarse mejor.»
Las raíces farmacéuticas de Villar se ahondan hasta el siglo XIX. Seis generaciones de farmacéuticos le preceden, y todos ellos han ejercido en la farmacia de la que ahora es titular. «Es la primera farmacia en la que he ejercido −explica−, y mi intención es continuar desarrollando mi carrera profesional en ella.»
Es innegable que ejercer en un establecimiento con una historia casi bicentenaria condiciona, al menos en parte, la forma de trabajar y el prisma a través del que se ve la realidad, pero eso no significa que Ricardo Villar esté aislado de los problemas que afectan al sector. De hecho, no elude hablar de ellos: «La mayor dificultad que existe en la farmacia de hoy −comenta− se puede concretar en dos puntos fundamentales: uno es la burocratización, que reduce el horario disponible para realizar otras tareas; el segundo es la presión económica a la que estamos sometidos, con los recortes continuos y la incertidumbre de continuidad. Esto pone en riesgo, en muchos casos, la rentabilidad. Y no disponemos de otras opciones con las que sí cuentan otros países, como la opción de vacunar, hacer seguimientos farmacológicos, análisis u otros, que fuesen debidamente remunerados. De esta forma se podría orientar la profesión, como siempre ha sido, a una profesión de servicios sanitarios que aporte utilidad. Actualmente la farmacia está infrautilizada».
Fortalezas y debilidades
Cree que las especificidades de una farmacia como la suya también le aportan fortalezas para transitar por un futuro con sombras, pero del que a Ricardo le gusta resaltar las luces: «Se trata de una farmacia muy céntrica, lo que proporciona una gran cercanía a la población, y al mismo tiempo está situada en un lugar de paso en A Coruña. La tradición, ya que la farmacia se abrió en 1827, ha hecho posible tratar a varias generaciones de coruñeses. Muchas familias continúan siendo clientes nuestros, y procuramos proporcionarles un trato cordial y amable».
Está convencido de que es preciso afrontar estos retos en equipo: «En la farmacia somos un equipo. Procuramos estar al día y nos actualizamos constantemente, tanto a nivel de gestión como formándonos desde un punto de vista sanitario, para poder aportar esos conocimientos y tratar de encontrar las soluciones más apropiadas. Aprovechamos todos los campos disponibles en la farmacia, como pueden ser la formulación magistral, las plantas medicinales, la homeopatía, los complementos dietéticos, los productos de dermofarmacia o los análisis clínicos».
Ser optimista no le ha impedido analizar con objetividad la situación y diagnosticar también las debilidades que acechaban a la antigua Farmacia Villar: «Las necesidades de la farmacia actual no podían satisfacerse adecuadamente con la dificultad de acceso del local original o con las grandes limitaciones de espacio y comodidad de la zona de atención al público. Hemos intentado solucionar esta problemática realizando un traslado de local que ha representado un reto en muchos aspectos. Teníamos el objetivo de conseguir una farmacia actual, moderna y funcional sin menoscabar los rasgos característicos de la centenaria e histórica Farmacia Villar».
Historia y tradición familiar
Cuando entras en su farmacia, es imposible abstraerse de la historia de una tradición familiar tan extensa. De hecho, Ricardo ha intentado que la larga tradición familiar se reflejara en el ambiente. Hasta el momento del traslado del número 82, donde estaba ubicada, a su nueva ubicación en el número 80 de la misma calle, la farmacia había mantenido inamovible el mobiliario, la distribución, los suelos y la decoración. Todo había permanecido como era en los inicios del siglo XIX. Se trataba de una farmacia con un local muy grande (más de 300 m2), pero con una zona de atención muy limitada y sin ninguna posibilidad de exposición. La rebotica ocupaba la mayor parte del local, y en ella se guardaban muchas de las joyas de la historia de la familia y la farmacopea.
«Tenía clarísimo −reflexiona Ricardo Villar− que las instalaciones centenarias del antiguo local eran un emblema, pero también un problema.» Y a veces es preciso subir al tren, aunque sea en marcha, porque no habrá ningún otro después: «La oportunidad apareció con la posibilidad de adquirir el local contiguo, el que ocupaba otro establecimiento emblemático de la ciudad: el Bazar Pepe, un comercio histórico de A Coruña desde el año 1929».
Ricardo Villar está satisfecho de la decisión tomada. «Ha valido la pena todo el esfuerzo realizado, todo el mimo que hemos puesto en cada detalle. Creo que el resultado no hubiera sido posible sin la colaboración de los profesionales del sector que me han asesorado, pero estoy convencido de que se ha logrado compaginar la tradición familiar con la innovación que requiere una farmacia que pretenda satisfacer las necesidades actuales y futuras de sus clientes.»
Mantener la tradición no ha sido exclusivamente una cuestión de decoración: «La nueva farmacia −detalla Villar− cuenta con un laboratorio equipado para poder continuar formulando nuestros propios preparados medicinales y fórmulas magistrales».
Aunque a algunos les pueda parecer una contradicción, el impulso que ha motivado la transformación de la Farmacia Villar ha sido la innovación: «Siempre ha sido el sello de la Farmacia Villar, fuimos los primeros en vender aspirinas y los primeros en ofrecer servicios de laboratorio fotográfico». Eran otros tiempos.
En cualquier caso, la voluntad de Ricardo es que el paso dado permita que la tradición familiar se mantenga durante muchos años más.
Asociaciones, especialización, futuro...
A pesar de que las características especiales de la farmacia han ocupado muchas horas de su tiempo, también le preocupan y le ocupan otras cuestiones de índole profesional, y cree que es provechoso estar asociado a sociedades científicas: «Pertenecemos únicamente a la SEFAC (Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria), que nos aporta mucha información y accesibilidad a cursos de actualización». Debido a que la farmacia está especializada en homeopatía y formulación magistral, en estos momentos está valorando asociarse también a la AEFHOM (Asociación de Farmacéuticos Homeópatas), así como a la APROFARM (Asociación Profesional de Farmacéuticos Formuladores).
Como no podía ser de otra manera, se declara optimista: «Siempre he sido muy optimista respecto a la farmacia y su futuro. Los cambios en el sector hacen que salgamos de nuestra zona de confort y tengamos que “reinventarnos” nuevamente. Creo que debemos apostar por lo que realmente sabemos hacer bien y centrarnos en la solución real de los problemas del paciente. Así que todo lo que tenga que ver con que la farmacia preste más servicios sanitarios, servicios lógicamente retribuidos, será parte de ese futuro. Atención al paciente, seguimiento y formulación, las veo claves en el futuro de la farmacia. De mi farmacia y del sector en general».
Farmacia Villar C/Real, 80-82. 15003 A Coruña Tel.: 981 221 654 www.farmaciavillar.es |