Durante los últimos meses del año, debe aparecer en la agenda del farmacéutico un chequeo a la que será su próxima declaración de renta 2015. Y con más razón aún en esta ocasión, por la recién estrenada reforma fiscal del pasado mes de enero. Queda claro que cualquier medida adoptada antes del 31 de diciembre tendrá un efecto real en la declaración de renta que las oficinas de farmacia presentarán durante los próximos meses de mayo y junio de 2016.
Desde inicios del actual año 2015 las autoridades fiscales nos van anunciando una «última pata pendiente» de la más que esperada reforma fiscal. Los principales impuestos directos e indirectos de nuestro sistema tributario han sido tamizados desde enero, dibujándonos una nueva hoja de ruta fiscal para la oficina de farmacia.
Cualquier lector de este artículo conoce con mayor o menor exactitud la evolución que ha tenido el precio de venta de una oficina de farmacia en los últimos 10 años en nuestro país.
En los «nuevos tiempos» como los que actualmente vive la oficina de farmacia española, la supervivencia económica requiere de un equipo laboral motivado y responsable. De ahí que, cada día más, las oficinas de farmacia diseñen sus propios planes de retribución a sus empleados, caracterizándolos con medidas «sociales» que no tengan estrictamente un carácter economicista.
Como suele ocurrir en el ámbito normativo tributario, los últimos días del año suelen traer bajo el brazo la «hoja de ruta» del siguiente ejercicio. En el caso que nos ocupa, fue precisamente el pasado 28 de diciembre de 2012, cuando se publico en el Boletín Oficial del Estado la «Ley 16/2012, de 27 de diciembre por la que se adoptan diversas medidas tributarias dirigidas a la consolidación de las finanzas públicas y al impulso de la actividad económica».
El «desierto» que supone en ocasiones el mundo tributario se encuentra a veces (muy pocas, la verdad) con «pequeños oasis» (avances) en lo que a interpretación fiscal de las leyes que afectan a la tributación del contribuyente se refiere (en nuestro caso, la oficina de farmacia).
Atravesamos un ciclo económico difícil y complejo, de cambios, tanto económicos como financieros, en sentido inverso al periodo de crecimiento de estos últimos años. El titular de la oficina de farmacia sufre de primera mano las inclemencias en su cuenta de resultados y en su fiscalidad, sumadas a las dificultades de ventas ante un mercado mermado de liquidez.