En este momento en que estamos a la espera de que para finales de junio se haga público el proyecto de Ley de Servicios Profesionales, el cual parece que pudiera plantear una ruptura entre la titularidad y la propiedad en las oficinas de farmacia, nos planteamos cuál es la situación actual del mercado de compra y venta, ya que, si se permite que un no farmacéutico sea propietario de una oficina de farmacia, puede influir (tanto positiva como negativamente) en los precios de estos negocios.
Existen familias que son estacionales, que producen en un periodo concreto la mayor parte de su facturación como es el caso de las EFP, siendo la subfamilia de antigripales la que aporta el mayor crecimiento de la familia. La demanda de los mismos se dispara en esta época del año puesto que los catarros y resfriados son más comunes y los clientes de la farmacia acuden a este canal para adquirir los mismos. En la venta de estas referencias juega un papel fundamental la figura del farmacéutico o del personal de la farmacia, ya que si bien suelen ser productos para tratar sintomatologías leves o moderadas de estados gripales, el consejo farmacéutico debe estar presente durante todo el proceso de venta.
Poco a poco el consumidor está más concienciado en el cuidado de la piel. Sabe que, en verano, debe protegerla frente a agresiones externas como el sol, la sal del mar, etc., y que en invierno el frío, la calefacción o los cambios bruscos de temperatura pueden provocar que se reseque o incluso se descame y deshidrate. Además, el alcohol, el tabaco y una alimentación rica en grasas saturadas son factores determinantes para la pérdida de humedad, una condición que se manifiesta con rapidez en la epidermis en forma de sequedad, enrojecimientos, arrugas prematuras o granitos. Por todo ello, la hidratación y cuidado de la piel es imprescindible hoy en día.
La temporada de verano es la época del año donde claramente repunta la venta de determinados productos para el cuidado personal. Es el caso de las referencias para el cuidado de los pies. Durante estos meses la preocupación por lucir unos pies bonitos y cuidados con el calzado de verano se acentúa. Así que esta situación debe aprovecharse por la farmacia para ofertar a sus clientes un surtido eficiente y adecuado para satisfacer sus necesidades.