Hay tres premisas básicas que la farmacia debe recordar siempre, la primera es que la satisfacción del cliente es un objetivo a cumplir invariablemente. La segunda es que la calidad del consejo farmacéutico y la atención que se le brinde a un cliente será en gran medida lo que determine el retorno de un cliente a la farmacia, y la tercera es que con el cliente interactúan el empleado y el titular, pero el primero es el que, dado que habitualmente dedica mucho más tiempo a estar con los clientes, tiene más importancia a la hora de gestionar una farmacia.
Grandes o pequeñas, las farmacias han de priorizar su condición de establecimientos cercanos a la población para ofrecer profesionalidad y confianza, aspectos en los que coinciden Carmen Laso y Francisca Aranzana
Si analizamos el año 2014 estaremos todos de acuerdo en que empieza a notarse mejoría dentro del sector farmacéutico. Cierto es que los cambios legislativos, los impagos en algunas comunidades y los recortes han supuesto un pequeño freno para ello, pero lo cierto es que tal como han ido las cosas, no nos podemos quejar. No obstante, en nuestras manos está seguir mejorando para hacer de la oficina de farmacia una empresa más moderna, adaptada a los nuevos tiempos y necesidades del consumidor.
Ha comenzado un nuevo año y al igual que debemos definir diferentes estrategias con respecto a planes de marketing, objetivos, plan estratégico, etc., debemos también definir y elaborar lo que será el Plan de Formación para los miembros del equipo de la farmacia. Estar «actualizados» en técnicas de ventas, productos o patologías es esencial para cubrir las necesidades del cliente/paciente y a la vez conseguir resultados rentables.
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