Contrariamente a lo que sucedía en otros países de nuestro entorno, hasta hace unos años en España no se transmitía a los pacientes toda la verdad sobre el diagnóstico del cáncer. En dichos países eran los propios enfermos los primeros en solicitar de los médicos una información precisa sobre el diagnóstico y el pronóstico. En España, aunque la situación ha cambiado notablemente, la palabra cáncer aún se pronuncia poco en presencia del paciente, tanto en el ámbito sanitario como en el entorno social y personal de la persona afectada.