El 24 de enero Extremadura aprobará sus presupuestos para este 2020. Serán 6.006 millones de euros, de los cuales 1.745 irán a Sanidad. Es la partida más cuantiosa, y dentro de ella habrá unos 100.000 euros cuyo destino son las 33 farmacias de la región que se encuentran en una situación de viabilidad económica comprometida (VEC).
Un extremeño pasa por su farmacia 14 veces al año. Es más que lo que suele visitar a su médico de cabecera. Así explicaba el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz, Cecilio Venegas, el enorme potencial que tienen las 680 apotecas de la región para convertirse en «auténticas ventanas para informar sobre la esclerosis lateral amiotrófica, la ELA y, en la medida de lo posible, poder contribuir a su detección precoz».
Pasa muy a menudo. Más de la mitad de los ciudadanos españoles no acaba su tratamiento médico. Un olvido o desistimiento que causa más de 18.400 muertes al año. En Extremadura, la realidad es muy similar.
Apiretal, Bactrobán, Zantac, Clexane… Y así hasta casi 100 fármacos que ya no se encuentran en las apotecas extremeñas desde hace varias semanas. La alerta la daba el Colegio de Farmacéuticos de Badajoz. Su presidente, Cecilio Venegas, se refería a principios de mes a un autoinyector de adrenalina para alérgicos, pero la escasez se extiende a otros artículos.