Banco Farmacéutico ha hecho pública su evaluación del impacto de la COVID-19 entre la población vulnerable a la que atiende con sus proyectos solidarios. La principal conclusión a la que ha llegado es que se ha producido un incremento del 30% de la pobreza farmacéutica durante el primer trimestre de este año respecto al primer trimestre del año anterior entre aquellas personas que tienen dificultades para acceder a los medicamentos prescritos por la sanidad pública.