La realidad de los últimos gobiernos en minoría parlamentaria y el previsible gobierno de coalición –llamado, eufemísticamente, de geometría variable– que ha salido de las pasadas elecciones del 28 de abril nos ponen ante una tesitura muy favorable para que un sector como el del medicamento pueda empezar a pensar en negociar una regulación estatal para las cuestiones pendientes.
O soy muy viejo ya, o el tiempo se ha acelerado sin que me haya dado cuenta. Me acuerdo perfectamente de los conflictos generados por el servicio a domicilio que algunas farmacias ofrecían, y de las denuncias que ese servicio generaba. También me acuerdo de las posiciones encontradas respecto al cobro mediante tarjeta de crédito.
Con motivo de la celebración en Gijón de la 61 edición del Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), se ha organizado el simposio «Terapia domiciliaria, una forma de acercar el hospital al paciente. Experiencia en enfermedades lisosomales», para exponer las ventajas y beneficios que aporta al paciente recibir el tratamiento en su domicilio. «Desde la SEFH estamos trabajando para lograr la máxima comodidad y calidad de vida para los pacientes. La terapia domiciliaria es una de las grandes novedades que ayuda a lograr este objetivo», ha explicado el doctor Miguel Ángel Calleja, presidente de la SEFH y jefe de Servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario Universitario de Granada.
La convención en defensa del modelo mediterráneo de farmacia, reunión organizada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (COFV), ha llegado este año a su novena edición con un formato nuevo: tres sesiones de debate, una de ellas celebrada en Málaga en la sede del Club de Opinión Farmacéutico Malagueño, COFAM-88. Bajo el lema «El papel profesional y asistencial de la Farmacia en el envejecimiento activo y saludable», farmacéuticos, miembros de la Administración y de diferentes colectivos sanitarios han abordado el necesario cambio del modelo asistencial para garantizar la pervivencia del modelo actual, abundando en el nuevo papel activo del farmacéutico como agente activo de salud. «Tratamos de mentalizarnos que ese cambio de modelo asistencial, que va a ser la persona mayor, el crónico, que va a ser el dependiente, va a necesitar una atención diferente a la que está recibiendo ahora como enfermo agudo. La sanidad española está enfocada hasta ahora para enfermos agudos y hemos de cambiar a un modelo de crónicos. Queremos trabajar en ese sentido, aportando la idea de que el farmacéutico está ahí, de que el farmacéutico tiene que incorporarse a ese equipo multidisciplinar, que tiene que trabajar en colaboración con el médico, que tiene que trabajar en colaboración con el enfermero», señala la presidenta del COFV, María Teresa Guardiola.
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