Cuando buscamos un regalo perfecto, original y genuino para un neófito en el mundo del vino, para alguien con interés medio o para un verdadero amante del vino, no hay nada mejor que un vino de hielo.
La uva riesling es una variedad muy aromática, afrutada y floral. En los climas frescos puede dar notas de fruta verde y chispas cítricas y en los climas más templados, los aromas cítricos y de fruta de hueso son más pronunciados y, si la zona es más calurosa, los aromas pueden llegar a ser a frutas tropicales. Su característica acidez alta permite largas evoluciones en botella que pueden desembocar en sabores a miel, lichi, pan tostado e incluso ahumados. Como veis, hay aromas para todos los gustos.