La Pinot noir es una variedad difícil de cultivar, hasta el punto de que podría decirse que es una de las uvas más complicadas con las que vinificar. Al otro lado está la Cabernet sauvignon, una delicia para los viticultores. Por este motivo, se dice que la Cabernet la hizo Dios y la Pinot noir el diablo. Una verdadera declaración de intenciones.
Su nombre viene del francés pine noir (pino negro), y hace referencia a la forma cónica de sus racimos, que parecen piñas. Son racimos muy apretados, lo que la convierte en una víctima fácil de los ataques de ciertas enfermedades de la vid, como la podredumbre (Botrytis cinerea) o distintas enfermedades producidas por hongos (mildiu).
Los vinos que se elaboran con Pinot noir son de tono más claro que otros vinos tintos y de un elevado componente tánico. Esta característica es debida a sus finas pieles y a los bajos niveles en compuestos fenólicos. Esta variedad requiere climas frescos y encuentra su máximo esplendor de calidad en la Borgoña, donde es la variedad tinta única y produce unos de los mejores vinos del mundo.
El Pinot noir marida perfectamente con quesos, entrantes y cualquier pescado o carne que no contenga una alta acidez, ya que estos vinos tienden a ser un poco ácidos. Sus aromas a fresa y cereza lo hacen perfecto para platos delicados no muy grasos, e incluso para postres lácteos. Larga vida a la Pinot noir.
SDM Solergibert de Matacans
D.O. Pla de Bages
Precio: 19,95 €
Este Cabernet sauvignon y Cabernet franc es un fantástico vino de terroir de garaje, con una explosión de fruta roja al paladar impuesta sobre una madera elegante con un resultado carnoso en toda regla, contundente y con un tanino maduro que le da un carácter irresistible. Perfecto para tomar con aves de caza o caza mayor, guisos de carne y quesos cremosos y azules.