La revolución digital en la que nos encontramos, unida a un ritmo de vida más rápido y a una creciente falta de tiempo, está modificando la forma de consumo, tanto por parte del cliente final como por las propias boticas.
Nos encontramos en un momento en el que la farmacia debe estar en constante búsqueda de nuevas herramientas o estrategias que aporten valor a sus clientes y optimicen su gestión. Y en este punto es donde cobra sentido hablar de la robotización de nuestra farmacia.
Actualmente, la Navidad cada vez llega antes, desde los primeros días de noviembre ya podemos ver escaparates engalanados para celebrar las fiestas, y las farmacias no pueden quedarse atrás.
Actualmente nos encontramos en un entorno en el que se relacionan farmacia, industria y cliente, y es imprescindible que exista una alianza entre los dos primeros para que juntos trabajen por la satisfacción del cliente.
Cuando llega la época estival, también comienza el reparto de vacaciones y turnos del personal de la farmacia. Este es un momento que requiere de una planificación previa que nos permita establecer un horario y una estrategia adecuada a las necesidades de nuestra farmacia y nuestros consumidores.
El escaparate es la marca más clara de diferenciación de un negocio, ya que es la primera que ve el público. Por eso es importante prestar atención a lo que transmitimos a partir del mismo. Un buen escaparate debe ofrecer una imagen clara de cómo nos posicionamos desde nuestra farmacia y en la mente de nuestro cliente.
Ya sea porque tenemos la necesidad de reemplazar un trabajador o porque la demanda de nuestros clientes requiere más personal, la necesidad de abrir un proceso de selección se puede generar en cualquier momento dentro de la farmacia, por lo que es importante que todo titular o gerente de farmacia esté preparado para enfrentarse a él.
La base de datos o BBDD de la farmacia se puede convertir en uno de nuestros principales activos, ya que en ella almacenamos la información de valor de nuestros clientes.
Cualquier botica que se encuentre en el camino de convertirse en una farmacia moderna, orientada al cliente y a la rentabilidad, deberá partir de una auditoría que permita conocer la situación actual del negocio, solo así conseguiremos visualizar realmente dónde nos encontramos y qué cambios necesitamos realizar.