En la zona del Valle de Arán, Pallars o Ribagorça son muy comunes los licores elaborados con estas frutas: las ratafías, el licor de grosella negra o los aguardientes, destilando artesanalmente los frutos y combinándolos con alcohol o vino.
La mayoría de estos licores se elaboran gracias a una institución en la región: licores Portet, perteneciente a una familia que lleva ya 125 años elaborando y fabricando licores y aguardiente en la Pobla de Segur. En esta fábrica se habían llegado a elaborar dos tipos de ron, cinco de coñac o brandy y cuatro de anís, y todo tipo de licores hoy desaparecidos como las cremas de menta, huevo, cacao, café, naranja o estomacales. Se vendían a granel, pero poco a poco se fueron potenciando los licores embotellados, que hoy en día son muy apreciados en la región y fuera de ella.
Personalmente me gustaría comentar el delicioso licor de Cassís dera Val, tradicional del Valle de Arán y que tiene su origen en las relaciones de este valle pirenaico con Occitania, donde es muy común el licor de Cassís de Dijon. Este licor de baja graduación alcohólica (16% vol.) se elabora con grosellas negras, es mantecoso y untuoso. A las bayas maceradas en alcohol refinado durante 2 meses se les añade azúcar de remolacha tras un proceso de decantación natural para obtener un licor sin conservantes ni colorantes y con una cantidad de azúcares de unos 400 g/L. Este licor se puede tomar como aperitivo mezclando unas gotas al vino blanco o cava para obtener los famosos «kir» o «kir royal»; en cocina se puede usar para elaborar platos de caza o postres. Una delicia escondida en el Pirineo.
Carmelo Rodero 9 meses
D.O. Ribera del Duero
Precio: 8,50 euros
Este delicioso tinto de crianza 100% tempranillo tiene un intenso aroma floral a frutas rojas confitadas ensambladas con toques de vainilla debido al paso por barricas de roble francés. En boca es amplio, elegante y aterciopelado. Una muy buena elección para acompañar carnes rojas o guisados con cuerpo.