No existe un solo tipo de crianza, sino que esta puede ser realizada en distintos envases y, por lo tanto, sometida a diferentes condiciones de envejecimiento, donde destacan especialmente los niveles de oxidación o de reducción.
Podemos hablar, pues, de tres tipos de crianza. La crianza oxidativa, que es aquella en que los vinos envejecen durante largo tiempo normalmente en envases de madera y muchas veces los vinos son encabezados con alcohol vínico como factor de estabilidad biológica para su crianza. A esta pertenecen los vinos dulces de Jerez o Montilla-Moriles, los vinos de Banyuls, los vinos dulces de Málaga, los fondillones de Alicante, las Malvasías de las Islas Canarias, los Oporto, etc.
En la crianza reductora los vinos evolucionan en ausencia casi total de aire mediante técnicas que impiden su oxidación, gracias a depósitos cerrados herméticamente y más tarde en botellas, bien cerradas. Es un tipo de crianza muy típica para vinos blancos aromáticos.
El último tipo de crianza se llama crianza mixta. En este tipo de envejecimiento participan los dos anteriores. Primero se realiza una crianza ligeramente oxidativa en envases de madera, de 225 a 300 litros, y posteriormente un periodo más largo de crianza reductora en botella donde los vinos terminan de evolucionar. Aquí encontramos generalmente tintos. Es un sistema muy extendido.
Este último tipo de crianza da nombre a los diferentes tipos de vinos envejecidos en nuestro país, según el tiempo mínimo que haya transcurrido en barrica y en botella. Así podemos hablar de los vinos de crianza, que han tenido un tiempo mínimo de envejecido de 2 años, de los cuales un mínimo de 6 o 12 meses en barrica para los vinos tintos y de 6 para los blancos. Reserva, para aquellos vinos que han tenido un mínimo de 36 meses en total de envejecimiento y de los cuales un mínimo de 12 meses han estado en barrica y los gran reserva, con un mínimo total de envejecimiento de 60 meses de los que habrán pasado al menos 18 en barrica de roble y el resto del tiempo en botella.
Saó Expressiu 2007
Bodegas Mas Blanch i Jové (La Pobla de les Cérvoles, Lleida)
Variedades: Garnacha tinta, tempranillo y Cabernet Sauvignon
Envejecido durante 14 meses en barricas nuevas de roble francés (85%) y americano (15%).
Esta bodega es un tesoro perdido en medio de los campos de olivos de Lleida. Allí han querido unir el vino y el arte mediante el buen gusto de los propietarios y su relación con el mundo de la pintura, la escultura, la música, las artes escénicas, su pasión por la Tierra y el vino. Su vino Expressiu es el mejor acompañante para una noche de verano, de un color rojo intenso, elegante, vivo y maduro, donde los aromas a frutos rojos y a anís le dan un toque fresco y diferente. Un vino con mucha personalidad. Pura elegancia.