En Constructores de monstruos, Javier Tomeo, a medio camino entre Buñuel y Mary Shelley, vuelve a su territorio más querido y personal: los monstruos. Monstruos por exceso, monstruos por defecto, monstruos como camino de perfección, aprendizaje del otro y de las diferencias biológicas que nos hacen más humanos. Amor al otro, amor a las asimetrías, amor al prójimo por mucho que no cumpla las normas del orden establecido, normas que a su vez Tomeo cuestiona.
Tomeo cuenta en esta ocasión la historia de dos constructores de monstruos, en una realidad paralela y siniestra a la que se acerca desde su especial sentido del humor negrísimo y goyesco. Como suele ser el caso en la obra de Tomeo, la novela es un diálogo entre dos, lo que facilita su adaptación al teatro mínimo que ha llevado a Tomeo a la cumbre de la dramaturgia.
Y no falta en la novela el tercero en discordia: el insondable sirviente que parece sacado de una película de Drácula y esconde misteriosos secretos en un relato cuyo final impredecible es un triunfo del suspense.
Constructores de monstruos es una alegoría muy realista, donde las cosas se miran a través de un cristal oscuro. Un libro que responde al espíritu indomable de su autor, que dice escribir siempre sin pensar en el lector.
Grandes esperanzas
Charles Dickens
Austral
Barcelona, 2013
Coincidiendo con el reciente estreno de una nueva versión cinematográfica, a cargo de Mike Newell, Austral recupera el clásico de Charles Dickens Grandes esperanzas, en el que se narran las venturas y desventuras del huérfano Pip.
Grandes esperanzas fue publicada por primera vez en forma de serial entre los años 1860 y 1861 y en ella Dickens despliega ante el lector una galería inolvidable de personajes –la brutal hermana de Pip y su marido, el sencillo Joe Gargery; la dulce Biddy, la extravagante señorita Havisham, la desdeñosa y cruel Estella...– sometidos a las innumerables contingencias de la vida y de la naturaleza humana: temores, culpas, amores contrariados, accidentes, golpes de fortuna, ilusiones y frustraciones, descubrimientos imprevistos y pequeñas aventuras que dibujan una de sus novelas más redondas. Otras novelas de Dickens son David Copperfield, Oliver Twist, Historia de dos ciudades, Casa desolada, Nicholas Nickleby, Los papeles póstumos del club Pickwick y Cuento de Navidad.
Atomka
Franck Thilliez
Destino
Barcelona, 2013
Tras sus anteriores novelas El síndrome E y Gataca, Franck Thilliez presenta un nuevo caso de la teniente Lucie Hennebelle y el comisario Franck Sharko, Atomka.
A pocos días de Navidad, aparece el cadáver de Christophe Gamblin, periodista de sucesos, encerrado en el congelador de su casa y su compañera desaparece mientras llevaba a cabo una serie de entrevistas sobre un caso explosivo del que nadie conoce los detalles. La única huella que parece haber dejado es su nombre garabateado en un papel que conserva un niño vagabundo y muy enfermo. Al mismo tiempo, un antiguo caso de mujeres secuestradas vuelve a salir a la superficie: víctimas arrojadas vivas pero inconscientes a lagos prácticamente congelados, y rescatadas in extremis gracias a varias llamadas anónimas a la policía. Las señales de un asesino brutal obsesionado con la hipotermia arrastrarán a Hennebelle y a Sharko hacia la zona prohibida de un lugar aterrador y devastado. Mientras la investigación se acelera, Sharko se enfrenta a viejos demonios.
Las lágrimas de San Lorenzo
Julio Llamazares
Alfaguara
Madrid, 2013
Las lágrimas de San Lorenzo es el esperado regreso de Julio Llamazares a la novela, con una emocionante historia sobre el paso del tiempo y la memoria. Una historia sobre los paraísos e infiernos perdidos –padres e hijos, amantes y amigos, encuentros y despedidas– que recorren toda una vida entre la fugacidad del tiempo y los anclajes de la memoria. Como ya lo hiciera en La lluvia amarilla con celebrada maestría, Llamazares vuelve a usar un lenguaje preciso y poderoso para dibujar una atmósfera poética y explicarnos cómo un profesor de universidad que ha rodado por Europa sin echar raíces en ningún lugar regresa a Ibiza, donde pasó sus mejores años de joven, para asistir junto con su hijo a la lluvia de estrellas de la mágica noche de san Lorenzo. La contemplación del cielo, el olor del campo y del mar y el recuerdo de los amigos perdidos desatan en él la melancolía, pero también la imaginación.
Si mañana muero
Eugenio Fuentes
Tusquets Editores
Barcelona, 2013
Rubén es un joven pintor ilusionado porque, en 1936, logra su primera exposición en Madrid y, además, consigue vender de inmediato su mejor cuadro. No se espera, sin embargo, que el comprador, un tal Jerónimo de las Hoces, acabe quemando el cuadro en su presencia. El estallido de la guerra lo precipita todo. Destinado al Servicio de Propaganda, Rubén conoce a Marta Medina, una violista que estudia en el conservatorio, y a su compañero Marcelo. Junto con otros milicianos, los tres acabarán en el frente de Extremadura, en Breda, donde reside un extraño terrateniente aficionado al arte que ha construido un monumental mausoleo en memoria de su esposa fallecida.
Eugenio Fuentes (Montehermoso-Cáceres; 1958) ha logrado con éxito que se le sitúe entre los renovadores del género negro gracias a su detective privado Ricardo Cupido, protagonista ya de cinco novelas. Si mañana muero no se enmarca en el género negro, pero es, probablemente, su obra más ambiciosa e irresistible.