Preguntas más frecuentes en dermofarmacia

En este especial dedicado a la dermofarmacia os voy a hablar de las preguntas más frecuentes que suelen plantearnos nuestros pacientes/clientes en nuestras oficinas de farmacia y de cómo abordar los casos para recomendarles el mejor dermotratamiento, acompañado de medidas higiénico-dietéticas básicas.

Preguntas más frecuentes en dermofarmacia
Preguntas más frecuentes en dermofarmacia

Acné
Qué saber para aconsejar: teoría
¿Qué es?
El acné es una enfermedad cutánea que afecta al folículo pilosebáceo. Se detecta una excesiva producción de sebo de las glándulas sebáceas y una descamación de las células epiteliales de las paredes del folículo, que acaban obstruyéndolo.

¿Por qué se produce?
• Acné «fisiológico»:
– Los andrógenos estimulan la actividad de las glándulas sebáceas, aumentando la secreción seborreica.
– Se produce un incremento de la producción de sebo.
– Los lípidos que contiene el sebo irritan las células de los canalículos, el canal se obstruye por el tapón de queratina y el sebo queda retenido y se forma el comedón.
– Aparecen lesiones de carácter inflamatorio como respuesta inmunitaria al Propionibacterium acnes.
• Acné inducido:
– Por el uso de medicamentos: glucocorticoides tópicos o sistémicos, corticosteroides inhalados, adrenocorticotropa o corticotropina, esteroides, andrógenos anabólicos, yoduros, bromuros, antituberculosos, litio, antiepilépticos y anticonconceptivos orales.
– Por el uso de tratamientos cosméticos no adecuados.
– Por exposición solar.
– Por terapia PUVA.
– Por radiación ionizante.
– Por exposición a cloro, aceites industriales y alquitrán.

Zonas afectadas
– Rostro, tórax y espalda (zonas donde hay más densidad de glándulas sebáceas).
– El acné inducido puede aparecer en cualquier zona corporal.

Tipos
– No inflamatorio: brillos, seborrea, comedones cerrados y abiertos.
– Inflamatorio: pápulas, pústulas, nódulos y quistes.

Clasificación
• Grado I: se detectan comedones.
• Grado II: se detectan comedones, pápulas y pústulas superficiales.
• Grado III: se detectan pápulas, pústulas profundas y algún nódulo.
• Grado IV: se detectan nódulos y quistes.

ESP DERMO PREGUNTAS fig 1Delante del mostrador: práctica
En la figura 1 se muestra un algoritmo con el protocolo de atención farmacéutica en la valoración de los casos de acné, y los criterios de derivación al médico.

Quemaduras cutáneas
Qué saber para aconsejar: teoría
¿Qué son?
Las quemaduras son lesiones de la piel y de las estructuras profundas producidas por el contacto directo con una fuente de calor.

Causas
• Exposición a la radiación solar.
• Exposición a fuego, líquidos y objetos calientes.
• Exposición a productos químicos; además, pueden producir lesiones respiratorias y/o intoxicaciones.
• Exposición a la electricidad; además de la quemadura en sí, pueden generar necrosis progresiva y lesiones más profundas.

ESP DERMO PREGUNTAS 2Clasificación de las quemaduras
Las quemaduras se clasifican, en función de su profundidad, en:
• Quemaduras de primer grado: si afectan sólo a la epidermis.
• Quemaduras de segundo grado: si afectan a la epidermis y la dermis.
• Quemaduras de tercer grado: si afectan a la epidermis, la dermis y las estructuras profundas.

Delante del mostrador: práctica
¿Cómo distinguir quemaduras de primer grado?
• Enrojecimiento de la piel.
• Molestia y/o dolor.
• No hay presencia de ampollas.
• Si presionamos suavemente, la piel se vuelve blanquecina.
• Puede ser una quemadura producida por la exposición solar sin fotoprotección o con fotoprotección insuficiente o mal aplicada.

¿Cómo distinguir quemaduras de segundo grado?
• Enrojecimiento de la piel.
• Dolor.
• Ampollas con base eritematosa o blanquecinas con exudado fibrinoso.

¿Cómo distinguir quemaduras de tercer grado?
En un principio suelen generar un efecto anestesia y son indoloras.

Casos de derivación al médico
• Quemaduras que no se han curado al cabo de dos semanas.
• Quemaduras con un alto porcentaje de superficie corporal afectada.
• Si la zona afectada es: cara, manos, pies o genitales.
• Si se detecta infección.
• En casos de fiebre elevada.
• En casos de deshidratación.
• Si el agente causante es un producto químico, electricidad o vapor.
• Cuando se trate de menores de 5 años.
• Cuando se trate de embarazadas.
• Cuando se trate de pacientes ancianos.
• En casos de pacientes con insuficiencia cardiaca, diabetes, cirrosis, lupus eritematoso y estados de inmunosupresión.

Rutina de cura en una quemadura de primer grado
1. Lavar con suero fisiológico para eliminar restos de partículas o gérmenes que podrían infectar la herida.
2. Secar con una gasa estéril y con toquecitos suaves, sin frotar.
3. Aplicar preparados que contengan aloe vera, caléndula, centella asiática, ácido hialurónico, etc., para acelerar la reepitelización.
4. Cubrir la lesión con una gasa estéril o apósito durante el día, para evitar la entrada de gérmenes, partículas, etc., y además para proteger la lesión del sol.
5. Por la noche, dejar la herida al aire.

 

ESP DERMO PREGUNTAS 3Dermatitis atópica
Qué saber para aconsejar: teoría
¿Qué es?
Es una enfermedad inflamatoria de la piel, con un componente genético, asociada a un aumento de IgE, y por lo tanto a una alteración del sistema inmunitario. Algunos factores medioambientales, como la contaminación o la excesiva asepsia, también pueden desencadenar la patología. Además, puede cursar con asma bronquial y rinitis alérgica. Se diferencian dos estadios: brote (presencia de eccemas, supuración y ampollas) y cronicidad (piel extremadamente seca y enrojecida). Aparece en bebés desde los primeros meses hasta los 5 años de vida. En la mayoría de los casos, remite de forma espontánea durante la infancia, y cuando persiste hasta la edad adulta se manifiesta especialmente en las manos.

¿Cómo sabemos que estamos ante un paciente con dermatitis atópica?
Se caracteriza por:
• Picor.
• Prurito intenso.
• Pápulas o papulovesículas exudativas.
• Eccema.
• Sequedad extrema.
• Infecciones asociadas al rascado de las lesiones.

¿Cuándo aparece?
• De 0 a los 18 meses:
– Lesiones en el rostro (frente y mejillas) y pliegues.
– Cuando el bebé empieza a gatear, se pueden ver afectados pies y rodillas.
– Infecciones por rascado.
• A partir de los 18 meses:
– Lesiones en rodilla, codos, cuello, muñecas y tobillos.
– Liquenificación de las lesiones.
• Adultos:
Además de las lesiones en pliegues, cuello, muñecas, etc.:
– Prurito anal o vulvar.
– Parte superior de los brazos y espalda, por la sudoración.

Consejos generales desde el mostrador
• Hidratación de la piel con una ingesta de líquidos adecuada. Ingerir un mínimo de 2-3 litros de agua por día.
• Dieta equilibrada rica en pescado azul, ácidos grasos omega 3 y omega 6, carotenos.
• Observar el menú diario y descartar cualquier alimento que pueda empeorar la sintomatología.
• Limitar el consumo de alcohol.
• Evitar el estrés.
• No fumar.
• Evitar deportes acuáticos en piscinas para eludir el contacto con el cloro, que puede resultar irritante.
• Atención a los fármacos que pueden activar o empeorar la dermatitis atópica, como los betabloqueadores, antiinflamatorios no esteroideos, antipalúdicos y sales de litio y oro.
• No usar prendas de lana; mejor hilo o algodón.
• Temperaturas bajas a la hora de dormir.
• Limitar el contacto con animales de compañía.
• Uñas siempre limpias y bien cortadas para evitar lesiones e infecciones por rascado.
• Secar sin frotar, con toques suaves.
• Ser constante en el cumplimiento de las rutinas de tratamiento.

Dermoconsejos
1. Los productos dermofarmacéuticos están recomendados para:
• Hidratar: con formulaciones hidratantes y emolientes, como ácidos grasos esenciales (linoleico, gammalinolénico), ceramidas, glicerina, alantoína, aceite de rosa mosqueta, caléndula, manzanilla, aloe vera, centella asiática...
• Nutrir con manteca de karité...
• Equilibrar la función barrera de la piel.
• Eliminar las escamas de la piel con la aplicación prolongada (entre 10 y 15 minutos) de vaselina pura o aceite de oliva extra virgen. No se recomienda usar productos con ácido salicílico ni urea.
• Calmar el prurito con polidecanol, Ruta graveolens...
2. Jabones suaves «sindet», pan dermatológico, sin perfumes ni espumantes y nunca alcalinos (deben tener un pH ligeramente ácido para mantener la flora bacteriana que repuebla nuestra piel).
3. Ducha mejor que baño.
4. Se desaconseja el uso de esponjas o manoplas de ducha para evitar reinfecciones de las lesiones.
5. Sólo recomendamos baños de agua templada con aceites emolientes que calman el picor, hidratan la piel y desprenden las escamas. No deben superar los 10 minutos.
6. Podemos recomendar el uso de guantes finos de algodón para dormir y evitar las lesiones e infecciones por rascado.
7. Uso de fotoprotectores con filtros físicos UVA, UVB e IR, con texturas ligeras para evitar la fricción, pero a la vez hidratantes.

ESP DERMO PREGUNTAS 4Pie diabético
Qué saber para aconsejar: teoría
¿Qué ocurre en el pie de un diabético?
• Se observa dificultad circulatoria.
• Existe una afección neurológica que produce alteraciones en la sensibilidad al dolor y a la temperatura. Las extremidades inferiores pierden la sensibilidad ante traumatismos, roces, golpes, etc.
• Pueden observarse algunas complicaciones añadidas, como hongos en las uñas (onicomicosis), hongos en la planta del pie o entre los dedos (pie de atleta), uña encarnada (onicocriptosis), descamaciones, engrosamiento de la uña (onicogrifosis), etc.

Higiene diaria paso a paso
• Duchas de 10 minutos máximo para evitar maceraciones en la piel y la posible aparición de hongos.
• Lavar los pies en la ducha con agua templada y un jabón neutro incidiendo en los espacios interdigitales.
• Terminar con un enjuagado de agua fría para estimular la circulación.
• Secar los pies con una toalla suave a toquecitos e incidiendo en las zonas interdigitales para que no queden húmedas.
• Aplicar una crema hidratante con urea, con un masaje ascendente hasta la rodilla.

Cuidados semanales
Cortar las uñas después de la ducha (cuando la uña está más blanda) y de forma longitudinal, dejando los extremos rectos, y limar los bordes para que no se claven en los dedos. Una buena higiene de la uña evitará complicaciones.

Cuidados mensuales
Acudir al podólogo.

Consejos para el paciente
• No caminar descalzo.
• Si se detecta una lesión, acudir al médico.
• Evitar fuentes de calor directas sobre las extremidades inferiores.
• Sentarse con las piernas rectas (no cruzadas) para favorecer la circulación sanguínea.
• Se recomienda el uso de calcetines o medias que ayuden al descanso de las piernas y el pie, con tejido antibacteriano y transpirable, para que eviten la maceración del pie y la posible aparición de infecciones, mala cicatrización, hiperhidrosis, etc.
• Utilizar un calzado adecuado:
– Evita juanetes, callos, malformaciones...
– Se recomienda un calzado ancho. Si la punta es estrecha, dificulta el libre movimiento de los dedos.
– Usar zapatos sin tacón o con un ligero tacón cuadrado de no más de 3 cm, pues la columna vertebral se resiente y pueden aparecer dolores lumbares.
– El calzado no debe contener materiales sintéticos, pues dificultan la transpiración y favorecen la aparición de hongos. El cuero es muy recomendable, ya que aísla de la humedad exterior y del frío.
– El calzado debe ser flexible para el correcto movimiento de las articulaciones.

ESP DERMO PREGUNTAS 5Protección labial
Qué saber para aconsejar: teoría
Nuestros labios forman parte de la cavidad oral. Son la puerta de entrada de los alimentos que ingerimos, protegen nuestros dientes, participan en la expresión de nuestro lenguaje y nos permiten mostrar afecto, y son un elemento fundamental en la estética de nuestro rostro.
La piel de los labios es la más fina y delicada del rostro. Su elevada vascularización explica su coloración rojiza, y favorece la renovación celular.
La hidratación de los labios se realiza de forma natural por el aporte mecánico de saliva con la lengua; la rapidez con la que se produce su evaporación y la escasez de lípidos en su composición hace que necesiten una hidratación extra. Requieren una protección especial porque:
• Son muy sensibles, pues poseen abundantes terminaciones nerviosas en las zonas próximas a la superficie de los bordes labiales.
• Son muy susceptibles a la deshidratación, y también a que aparezcan pequeñas grietas, pues su epitelio no está queratinizado, está poco lipidificado y carece de glándulas sudoríparas y de folículos pilosos.
• Están indefensos frente a la radiación solar, pues apenas tienen melanocitos, por lo que no se broncean pero sí se queman.
• La capa córnea es casi inexistente, por lo que la función de barrera protectora está disminuida.
• Puede aparecer queilitis exfoliativa o descamación en los labios.

Factores que pueden afectar a nuestros labios negativamente
• Viento y climatología seca.
• Sol extremo.
• Dieta no equilibrada, con carencias en vitaminas A, C, E, y rivoflavina.
• Alergias a alimentos o a cosméticos.
• Tabaco.
• Patologías que afectan al sistema inmunitario, fiebre...
• Tratamiento con medicamentos como la tretinoína, etc.

Ingredientes necesarios para un «stick» o barra de labios
La base se compone de una mezcla de aceites, grasas y ceras de origen natural, mineral o sintético, y su función en la formulación será:
1. Endurecer mediante ceras que, por su elevado punto de fusión, proporcionan la consistencia adecuada:
• Cera carnauba, que proporciona aspecto brillante.
• Cera candelilla, que proporciona aspecto mate.
• Cera de abejas (cera alba/beeswax), que proporciona acabado mate.
• Ceras minerales (vaselina, ceresina, cera microcristalina...) o de síntesis. Son las más utilizadas, ya que ofrecen una buena lubricación y hacen que se deslicen con facilidad, aunque si se aplican en exceso pueden producir una disminución en la adherencia.
2. Proporcionar untuosidad con:
• Aceites:
– Aceite de ricino: sólo parcialmente, pues se enrancia fácilmente y su sabor no es muy agradable.
– Aceite de macadamia.
• Alcoholes grasos, que poseen propiedades similares a los aceites con la ventaja de que no se enrancian:
– Alcohol cetílico: aporta untuosidad, brillo y deslizamiento, a la vez que dispersa de forma uniforme las lacas y pigmentos colorantes.
3. Aglutinar con ingredientes como la lanolina, jojoba, ceresina, etc.
4. Plastificar con cera blanca, cera de abejas, lanolina, ceresina, etc.
5. Aportar brillo con lanolina, vaselina filante, etc. La lanolina, sin embargo, puede dar lugar a alergias por la presencia de pesticidas, y puede reemplazarse por mezclas de ésteres y triglicéridos de alto punto de fusión.
6. Disolver o dispersar activos mediante componentes líquidos como colorantes, pigmentos, etc., que además otorgan uniformidad, brillo y homogeneidad a la fórmula.
7. Aportar color incluyendo colorantes hidro o liposolubles inalterables y resistentes a la luz. Se intentan evitar los irritantes y fotosensibilizantes como la eosina o derivados halogenados de fluoresceína.
8. Pigmentos: óxido de hierro, dióxido de titanio...
9. Emolientes, como la manteca de karité.
10. Antioxidantes como las vitaminas C y E, etc.
11. Hidratar con glicerina, ácido hialurónico, extractos de aloe...
12. Reepitelizar incluyendo los betacarotenos o la alantoína.
13. Exfoliar suavemente para retirar la piel muerta con ingredientes como el ácido mandélico.
14. Incluir un filtro solar mínimo de 15, con filtros físicos y químicos para proteger el epitelio labial.
15. Perfumar con aceites esenciales como el de rosa o geranio para ayudar a la cosmeticidad del producto.
16. Saborizantes que lo harán más agradable al aplicarlo sobre los labios.
17. Fijar la fórmula con ceras de silicona, polibutanos, siliconas fijas y/o volátiles, etc.

Recomendaciones dermocosméticas en el mostrador
• Recomendar complejos nutricionales ricos en omega 3 y vitaminas A, C y E. Ayudarán a la reparación de unos labios muy deshidratados.
• Evitar los productos demasiado salados o ácidos, pues resecan mucho los labios.
• No rascarse ni morderse los labios, ni arrancarse la piel muerta.
• Hidratar varias veces al día con productos labiales que contengan los ingredientes beneficiosos citados anteriormente.

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