No es una sorpresa, pero es interesante constatar que los futuros farmacéuticos necesitan que les orienten. Y no es extraño, porque a la desorientación propia de la edad se une la circunstancia de que Farmacia es una carrera que ofrece múltiples y, a veces, impensables salidas profesionales. Desde el clásico farmacéutico de oficina de farmacia hasta el 'exótico' técnico de seguridad nuclear y protección radiológica, pasando por opciones más comunes como distribución farmacéutica, industria farmacéutica, industria alimentaria, industria cosmética, industria de productos sanitarios, ortopedia, farmacia hospitalaria, análisis clínicos, sanidad ambiental, investigación y docencia, Fuerzas Armadas, aduanas... La lista es extensa y, en consecuencia, la decisión puede resultar compleja, en especial cuando se tienen poco más de 20 años y la experiencia profesional es nula.
El farmacéutico de oficina de farmacia es, sin duda, la cara pública de esta profesión y en la que deben pensar la mayoría de los estudiantes que se embarcan a estudiar la carrera. El tiempo y muchas horas de estudio les permiten descubrir las otras caras de la profesión y algunos, pocos, se dejan tentar por ellas. Esta circunstancia, sin embargo, puede estar cambiando y, quizás, ha llegado el momento de que no sean tantos los que opten por la oficina de farmacia.
No sabemos si la coyuntura actual de crisis ha propiciado el éxito de la sección a la que aludíamos al principio, pero lo cierto es que los futuros farmacéuticos han empezado a ser conscientes de que la farmacia comunitaria ya no ofrece la seguridad laboral de antaño y que es hora de comenzar a pensar seriamente en esas otras opciones profesionales. Es bien sabido, por otra parte, que la carrera de Farmacia proporciona unos conocimientos que hacen del farmacéutico un profesional experto en los medicamentos, pero, también, un profesional con una buena base para ejercer en entornos muy diversos. De esta conjunción de circunstancias procede, creemos, buena parte del interés que los futuros farmacéuticos muestran por conocer qué les puede ofrecer el mundo que se encontrarán al acabar la carrera. Se trata, en definitiva, del interés por saber a qué puertas pueden llamar para ejercer la profesión para la que se han preparado durante tantos años.
Hablamos con frecuencia de la crisis de la farmacia; es cierto y nadie lo puede negar, pero a veces nos olvidamos de que los farmacéuticos están sobradamente preparados y estamos convencidos de que tienen una buena mano en esta 'partida'.