Antes de la edición anterior, la que se radicó en Barcelona, ya decíamos que Infarma tiene la gran virtud de mostrar sin filtros la realidad de un sector con gran vitalidad empresarial y con muchos retos de todo tipo por delante. El sector tiene que estar orgulloso de haber creado este magnífico aparador y de que este gran evento haya logrado un grado de estabilidad envidiable, lo que permite afrontar con éxito su repetición cada año. Un sector que también debe reconocer en su justa medida que ese éxito no ha llegado por una casual conjunción de los astros. Necesita del reiterado liderazgo de los colegios que lo impulsan y del buen hacer de Interalia, que, desde la vertiente operativa, aporta su experiencia organizativa.
Infarma es una buena plataforma y un gran escaparate luminoso que no pasa desapercibido ni a las farmacias ni a los diferentes actores profesionales y empresariales del sector, especialmente a la industria y a la distribución. Pero no debería perder la oportunidad, además de mostrar las virtudes de una buena época para el sector, de ser también un verdadero foro de debate capaz de generar nuevas ideas, para que el sector pueda afrontar las grandes encrucijadas por las que deberá transitar de ahora en adelante. Porque «The Times They Are A-Changin’». Palabra de Premio Nobel.