Ranibizumab mejora de forma rápida y sostenida la visión, reduce el riesgo de una pérdida posterior de la visión y mejora el edema macular en pacientes con edema macular diabético, con un riesgo reducido de producir un daño ocular o no ocular.
En la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EE.UU.), un grupo de investigadores evaluó la eficacia y la seguridad de la administración intravítrea de ranibizumab en pacientes con edema macular diabético (EMD). Este trastorno representa la primera causa de pérdida de la visión en diabéticos, originado por la acumulación de líquido proveniente del compartimento intravascular, y como consecuencia de la alteración de la permeabilidad de la barrera hematorretiniana. Así, se produce un engrosamiento de la retina en el área macular como consecuencia de la extravasación de líquido al espacio extravascular, lo que conduce a una pérdida de la visión central. Existen dos tipos principales de EMD, la forma seca (90% de los casos) y la húmeda (el 10% restante).
Ranibizumab es un anticuerpo monoclonal que actúa inhibiendo el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF, vascular endotelial growth factor), de forma que retrasa la pérdida de visión debida al EMD asociado a la edad. Una característica importante es que ranibizumab es activo sólo en las formas húmedas que, aunque menos prevalentes, son más graves y de evolución más rápida.
Al cabo de 2 años, en el grupo de control sólo ganaron 15 o más letras el 18%, mientras que lo consiguió el 45% del grupo de ranibizumab. Asimismo, los pacientes del grupo de ranibizumab precisaron menos procedimientos láser que los del grupo de control (1,6-1,8 frente a 0,3-0,8, respectivamente). Por último, la mortalidad vascular o por otras causas fue del 4,9-5,5% en el grupo de control, y del 2,4-8,8% en el de ranibizumab.
Un adecuado control de la diabetes que mantenga por debajo de los umbrales recomendados no sólo la glucemia, sino también la colesterolemia y la presión arterial, es la medida preventiva de mayor efectividad en el manejo del edema macular en los diabéticos. Y el farmacéutico puede contribuir muy positivamente a la obtención de dicho objetivo.
Uso de agentes biológicos en el tratamiento de la artritis psoriásica
Baranauskaite A, Raffayová H, Kungurov N, Kubanova A, Venalis A, Helmle L, et al. Infliximab plus methotrexate is superior to methotrexate alone in the treatment of psoriatic arthritis in methotrexate-naive patients: the RESPOND study. Ann Rheum Dis. 2012; 71(4): 541-548.
La adición de infliximab a metotrexato en pacientes con artritis psoriásica que nunca habían sido tratados con metotrexato (naives) ha mostrado ofrecer una respuesta superior (medida como ACR20) y una mejoría en el PASI75, en comparación con el tratamiento con metotrexato solo, siendo, además, bien tolerado generalmente.
La artritis psoriásica (AP) es una artropatía inflamatoria asociada a la psoriasis, observándose en un rango que oscila entre el 6 y el 48% de los pacientes con AP. Su tratamiento se efectúa con metotrexato, si bien no hay mucha evidencia científica al respecto. En los últimos años, ciertos agentes biológicos, los inhibidores del factor de necrosis tumoral (anti-TNF), han mostrado su utilidad en el tratamiento de los trastornos de la piel y del sistema locomotor en el manejo de la AP. El primer anti-TNF hallado fue infliximab (IFX).
De ese modo, un conjunto de investigadores de diversos países compararon la eficacia y seguridad de metotrexato con la combinación de metotrexato e IFX en pacientes que nunca habían recibido metotrexato (naives) para el manejo de su AP. En este ensayo en fase IIIB, que fue aleatorizado, prospectivo y abierto, llevado a cabo en 25 centros de muchos países, los pacientes fueron tratados con IFX (infusiones intravenosas de 5 mg/kg) a las 0, 2, 6 y 14 semanas más metotrexato (15 mg/semana) o con metotrexato solo.
El resultado clínico principal fue la proporción de pacientes que obtuvieron una respuesta ACR20 desde el inicio hasta la semana 16. El American College of Rheumatology (ACR) definió unos criterios de mejoría, estableciendo como respuesta satisfactoria la mejoría de al menos el 20% en el recuento de articulaciones dolorosas y en el de tumefactas. Estos criterios se denominan ACR20 y reflejan la necesidad de mejoría de un mínimo del 20%, valor considerado clínicamente relevante. Una medida secundaria fue el hallazgo de una mejoría del 75% en el índice PASI (Psoriasis Area and Severity Index), calculado a través de la superficie corporal afectada y de la gravedad de la psoriasis.
Los resultados mostraron que en la semana 16 el 86% de los pacientes con IFX más metotrexato alcanzaron una respuesta ACR20, mientras que los de metotrexato lo hicieron sólo en un 67%. Asimismo, en el primer grupo se obtuvo una mejoría de al menos el 75% del PASI, mientras que en el segundo fue sólo del 54%. Respecto a la seguridad, en el grupo de IFX más metotrexato se observó un 46% de episodios adversos (en dos pacientes se observaron episodios serios), mientras que en el que recibía sólo metotrexato se observaron en el 24% (sin ningún paciente con un episodio serio).
La angiogénesis o formación de nuevos vasos es un fenómeno relevante en el desarrollo de la AP. Por dicho motivo, han comenzado a utilizarse agentes biológicos del tipo de los anticuerpos monoclonales anti-TNF, que actúan sobre la angiogénesis de la membrana sinovial en la AP. Esta línea de investigación, que parece ser prometedora, abre un campo de tratamiento que puede ofrecer gran alivio a las personas que sufren esta enfermedad.