Radiofarmacia: especialización farmacéutica

Rafael F.º Blasco Ferrándiz. Coordinador del Aula Virtual de Radiofarmacia (www.aulavirtualradiofarmacia.es)

La «radiofarmacia» se define como una especialidad sanitaria que estudia los aspectos farmacéuticos, químicos, bioquímicos, biológicos y físicos de los medicamentos radiofármacos, y que aplica dichos conocimientos en los procesos de diseño, producción, preparación, control de calidad y dispensación de este tipo de medicamentos, que son utilizados tanto para ayudar al diagnóstico, como para lograr efectos terapéuticos.   

La actividad radiofarmacéutica se aplica al buen uso de los radiofármacos a través de su adecuada selección, preparación, control, custodia y gestión, con la finalidad de lograr una adecuada utilización, óptima calidad y seguridad, y un balance coste-efectividad compatible con las exigencias de la buena práctica radiofarmacéutica y de la legislación vigente.

Radiofármacos

Desde un aspecto legislativo, los radiofármacos son considerados como medicamentos especiales, y a través de diversas normas legislativas se establecen determinadas normas para su fabricación, así como para su preparación extemporánea.

Este tipo de fármacos han adquirido gran importancia en la práctica clínica, debido a que su aplicación tiene finalidades tanto terapéuticas como diagnósticas, pudiendo ser definidos como: «cualquier producto que, cuando esté preparado para su uso, ya sea con finalidad terapéutica o diagnóstica, contenga uno o más radionucleidos o radionúclidos (isótopos radiactivos)».

Otros términos utilizados son «equipo reactivo» (cualquier preparado industrial que debe combinarse con el radionucleido para obtener el radiofármaco final) y «precursor» (radionucleido producido industrialmente para el marcado radiactivo de otras sustancias antes de su administración).

La mayoría de los radionucleidos que se utilizan en radiofarmacia se obtienen artificialmente mediante «ciclotrones», que son equipos capaces de realizar la aceleración múltiple de los iones hasta alcanzar elevadas velocidades, sin el empleo de altos voltajes, utilizando para ello un sistema formado por placas semicirculares (por lo general denominadas D), a las que se aplica posteriormente oscilaciones de alta frecuencia con la finalidad de producir un campo eléctrico oscilante, asociando a su vez perpendicularmente un campo magnético. Se logra así acelerar partículas subatómicas para «bombardear» determinados blancos y conseguir las reacciones nucleares correspondientes para obtener isótopos radiactivos.

Los radionucleidos también se obtienen a partir de los llamados «generadores», que constituyen un sistema que contiene una combinación de radionucleidos con relación genética, en la cual, mediante procedimientos químicos sencillos, puede conseguirse una separación selectiva del «hijo», entendiendo como tal la especie radiactiva formada por la desintegración del radionucleido «progenitor»; el generador puede definirse como «cualquier sistema que incorpore un radionucleido (radionucleido progenitor) que, en su desintegración, origine otro radionucleido (radionucleido «hijo») que se utilizará como parte integrante de un radiofármaco».

El generador más utilizado es el de 99Mo/99mTc, mediante el cual se obtiene 99mTc en una solución estéril y apirógena, en forma de 99mTc04-. Este generador consta de una columna cromatográfica de alúmina, sobre la cual está fijado el 99Mo (T1/2 de 66,02 h), que constituye el llamado isótopo progenitor del 99mTc (T1/2 de 6 h), denominado en este caso isótopo «hijo». Mediante una solución salina fisiológica, el 99mTc en forma química del pertecnetato sódico se libera del material sobre el que se encuentra adsorbido (alúmina), recogiéndose posteriormente en un vial de elución. Su recuperación máxima después del procedimiento de elución se efectúa en unas 24 horas, tras lo cual pueden obtenerse soluciones de 99mTc-pertecnetato sódico (99mTc04-) a partir del generador de 99Mo/99mTc, con actividad suficiente durante aproximadamente una semana. El 99mTc es uno de los isótopos más utilizado en radiofarmacia debido tanto a su corto periodo de semidesintegración (tiempo necesario para que se desintegre la mitad de los átomos radiactivos existente en un instante inicial), como a su capacidad para formar diferentes complejos de coordinación que dan origen a diversos radiofármacos tecneciados, así como por ser un emisor gamma con una energía adecuada, que permite la obtención de imágenes.

En términos generales, el proceso por el cual un determinado radionucleido o isótopo radiactivo se une a una determinada molécula o compuesto recibe el nombre de «marcaje», pudiendo ser estos de varios tipos:

• Intercambio isotópico: se sustituye un isótopo estable de la molécula por un isótopo radiactivo.

• Síntesis química o bioquímica: durante un proceso de síntesis o biosíntesis, incorporamos un precursor o molécula marcada, de manera que se realiza el marcaje del compuesto final, resultante de la síntesis o biosíntesis.

• Incorporación de un radionucleido: adición de isótopos radiactivos a moléculas para formar, por ejemplo, compuestos de coordinación, que se producen a partir de enlaces covalentes coordinados mediante grupos funcionales dadores de electrones y orbitales vacíos.

Desde el punto de vista químico, los radiofármacos pueden ser desde moléculas muy sencillas, como cloruros (cloruros de 201Tl), citratos (citrato de 67Ga), yoduros (131I -yoduro sódico), a otras más complejas, como por ejemplo 99mTc-quelatos (compuestos de coordinación de diverso tipo y propiedades), o 99mTc-anticuerpos monoclonales.

En función del tipo, de sus características y propiedades, podemos tener diversas formas farmacéuticas para los radiofármacos, como por ejemplo soluciones orales, cápsulas, aerosoles, etc., aunque las más empleadas son las soluciones intravenosas.

Los radiofármacos pueden clasificarse por el radionucleido que contienen, por la forma química que adoptan y por la forma farmacéutica que presentan.

En radiofarmacia se utiliza con frecuencia el término «actividad del radiofármaco», que se define como la «radiactividad total» del radionucleido expresada en Ci o Bq, siendo la «actividad específica» la actividad referida a la masa total del elemento o compuesto químico considerado (Ci/mol, mCi/mg, etc.), la «concentración radiactiva» la radiactividad referida a la unidad de volumen de la solución en que se encuentra disuelto el radiofármaco (expresada en mCi/mL, MBq/mL, etc.), y el «volumen» el volumen de la solución (en mL).

La elección de un determinado radiofármaco para una utilización diagnóstica o terapéutica concreta dependerá por lo tanto de las características de sus componentes. Así, a la hora de emplear un determinado radiofármaco deben tenerse presentes los siguientes aspectos: el órgano o tejido que se desea estudiar; las características del radionucleido que va a utilizarse (emisor gamma o beta), y las propiedades del quelato o ligante (en caso de utilizar complejos de coordinación).

Especialización en Radiofarmacia

El acceso a la especialización de Radiofarmacia se realiza por la vía FIR (farmacéutico interno residente) en las llamadas unidades docentes de radiofarmacia, ubicadas en la actualidad en Barcelona (Hospital Clínico, Hospital de Bellvitge y Hospital Vall d'Hebron), Granada (Hospital «Virgen de las Nieves»), Madrid (Hospital «La Paz»), Mallorca (Hospital «Son Espases»), Murcia (Hospital «Virgen de la Arrixaca»), Navarra (Hospital Clínica Universitaria) y Valencia (Hospital Clínico). Esta especialidad se realiza durante un periodo de 3 años, y se abordan diversos conceptos teórico-prácticos relacionados con distintas materias como radiofísica, radiobiología y protección radiológica, radiofarmacia general (radiofármacos tecneciados y no tecneciados), radiofármacos emisores de positrones, conocidos como radiofármacos PET, radiofarmacia industrial, aplicación de los radiofármacos diagnósticos y terapéuticos, así como diferentes aspectos legislativos asociados a la práctica radiofarmacéutica.

La última versión del programa formativo de la especialidad de Radiofarmacia se publicó el 22 de septiembre de 2007, según Orden_SCO/2.733/2007, de 4 de septiembre.

El entorno laboral de la radiofarmacia se desarrolla en la actualidad tanto en el sector público como en el privado, a través de unidades de radiofarmacia centralizadas que suministran monodosis de radiofármacos a varios servicios o unidades de medicina nuclear, unidades de radiofarmacia descentralizadas que suministran monodosis a un solo servicio o unidad, así como de unidades de radiofarmacia de radiofármacos emisores de positrones (unidades PET), capaces de producir y distribuir este tipo de medicamentos radiofármacos.

El especialista en Radiofarmacia, responsable de una unidad de radiofarmacia, debe asegurar que el aprovisionamiento, la preparación, el control, la documentación y la conservación de los radiofármacos se realiza de acuerdo con las normas y la legislación vigente antes citadas, y establecer y firmar las instrucciones específicas de preparación y control de los radiofármacos, así como comprobar el correcto mantenimiento de los locales y equipos utilizados en la preparación, el control y la conservación de los radiofármacos, y garantizar la calidad de los radiofármacos preparados, además de conservar el resultado de los controles y verificaciones realizados.

Servicio radiofarmacéutico

En los últimos años, estamos asistiendo a la puesta en práctica de diferentes modelos de gestión en el ámbito radiofarmacéutico, que tratan de unir el cumplimiento legislativo y la práctica asistencial, junto con criterios de eficacia y eficiencia. Ello es consecuencia de las tendencias económicas de la Unión Europea, que están basadas en una globalización de mercados, en la aparición de mercados de mayor competencia, en la reducción progresiva de la actividad del Estado, en la adopción de modelos de gestión privada en las administraciones públicas y en la conciencia social de ahorro, entre otros.

La Radiofarmacia, así como la prestación de un servicio radiofarmacéutico asociado a la práctica radiofarmacéutica, debe tener siempre una visión global de «utilidad» dentro de un entorno interno o externo, que podemos definir como múltiple y variado, en donde se establezcan relaciones dinámicas con este; también debe tender hacia el desarrollo de estructuras que evolucionen con rapidez y flexibilidad, dirigidas a la creación de un futuro activo, y fomentando determinados modelos que faciliten y garanticen una máxima calidad, unida al cumplimiento de la legislación vigente.

El establecimiento de un servicio radiofarmacéutico supone, por lo tanto, la asunción de un conjunto de capacidades y competencias humanas, tecnológicas u organizacionales, puestas a disposición de los centros sanitarios a través de los Servicios o Unidades de Medicina Nuclear, con la finalidad de proporcionar una «solución» que deber ser permanentemente evaluada para poder observar la «utilidad» anteriormente comentada y adoptar medidas que permitan la mejora del servicio prestado.

Futuro

Los criterios de las GMP del siglo XXI, por las cuales se establece que la calidad debe estar previamente diseñada y que debe abarcar todas y cada una de las fases de producción-preparación, a través de una verificación continua del producto deseado, está siendo implantada de manera progresiva en radiofarmacia.

Estamos evolucionando hacia la verificación documentada del proceso de producción, lo que puede ofrecer resultados eficaces y reproducibles para elaborar un medicamento radiofármaco que cumpla las especificaciones y atributos de calidad predeterminada, de manera que el control de calidad debe estar en todo el proceso de producción del radiofármaco y no solo al final de este.

En los últimos tiempos, estamos evolucionando desde un perfil radiofarmacéutico inicial basado exclusivamente en algunos conocimientos técnicos, a un nuevo perfil profesional basado en una elevada exigencia de conocimientos técnicos relacionados con la radioquímica de complejos, con los nuevos radiofármacos, con la radioquímica y radiofarmacia PET, con radiofarmacocinética, las interacciones, etc. Un nuevo perfil profesional que contempla elevadas nociones de legislación farmacéutica, aplicación de normativas GMP, GLP, PRP, GRP, etc., y otros aspectos relacionados con la gestión radiofarmacéutica relativos a la adopción de Normas ISO de varias series, OHSAS, relacionadas con riesgos laborales o protección de datos, así como aquellos relativos a los modelos de excelencia en gestión y seguridad del paciente, aplicados a la práctica radiofarmacéutica.

Bibliografía

Blasco RF. Generadores de radionucleidos. En: Seminarios de Radiofarmacia, 2000.

Blasco RF. Historia reciente de la especialización en Radiofarmacia en España. En: Radiofarmacia en Internet, 2002.

Blasco RF. Modelos de Gestión Externa en Radiofarmacia. En: Radiofarmacia. Situación actual y perspectivas de Futuro. Sociedad Española de Radiofarmacia (SERFA), 2008.

Blasco RF. Radiofármacos: características generales. En: Seminarios de Radiofarmacia, 2000.

Blasco RF. Radiofármacos PET. En: Seminarios de Radiofarmacia, 2000. J

«Los radiofármacos han adquirido gran importancia en la práctica clínica debido a que su aplicación tiene finalidades tanto terapéuticas como diagnósticas»

«Los radiofármacos pueden clasificarse por el radionucleido que contienen, por la forma química que adoptan y por la forma farmacéutica que presentan»

 

Normativa legal

• Real Decreto 1.439/2010, de 5 de noviembre, por el que se modifica el Reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes, aprobado por Real Decreto 783/2001, de 6 de julio.

• Real Decreto 109/2010, de 5 de febrero, por el que se modifican diversos reales decretos en materia sanitaria para su adaptación a la Ley 17/2009, de 23 de noviembre.

• Real Decreto 1.015/2009, de 19 de junio, por el que se regula la disponibilidad de medicamentos en situaciones especiales.

• Real Decreto 35/2008, de 18 de enero, por el que se modifica el Reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Radiactivas.

• Orden SCO/2.733/2007, de 4 de septiembre, por la que se aprueba y publica el nuevo programa formativo de la especialidad de Radiofarmacia.

• Real Decreto 1.345/2007, de 11 de octubre, por el que se regula el procedimiento de autorización, registro y condiciones

de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente.

• Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios.

• Orden ECO 1.449/2003, de 21 de mayo, sobre gestión de residuos radiactivos.

• Real Decreto 1.163/2002, de 8 de noviembre, por el que se crean y regulan las especialidades sanitarias para químicos, biólogos y bioquímicos.

• Real Decreto 783/2001, de 6 de julio, por el que se aprueba el Reglamento sobre Protección Sanitaria contra Radiaciones Ionizantes.

• Real Decreto 1.836/1999, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas.

• Real Decreto 1.841/1997, de 5 de diciembre, por el que se establecen los criterios de calidad en medicina nuclear.