Mujer de 92 años, 52 kg y 1,55 m de altura.
Valor de creatinina: 1,70 mg/dL.
Además, presenta una insuficiencia renal grave (70-80%).
El tratamiento farmacológico que sigue la paciente actualmente es el siguiente:
- Ácido acetilsalicílico, vía oral, 75 mg, una vez al día a la hora de comer. Desde hace 10 años. Dosis antiagregante plaquetario para evitar microtrombosis periférica, sobre todo cerebral.
- Bromazepam, vía oral, 1,5 mg, una vez al día a media mañana. Desde hace 8 meses. Este tipo de benzodiazepinas tiene mayor carácter ansiolítico. Mejora la ansiedad generalizada.
- Butilescopolamina, vía oral, 10 mg, ocasionalmente. Este fármaco es un antiespasmódico. Mejora los espasmos digestivos que se producen ocasionalmente. Por tanto, se puede afirmar que este fármaco es necesario, efectivo y seguro, durante el periodo de tratamiento.
- Lorazepam, vía oral, 1 mg, una vez al día por la noche. Desde hace 8 meses. Este tipo de benzodiazepinas tiene mayor carácter hipnótico. Mejora el insomnio nocturno.
- Losartán/Hidroclorotiazida, vía oral, 50/12,5 mg, una vez al día por la mañana. Desde hace 15 años. Buen control de la hipertensión arterial (HTA).
- Rosuvastatina, vía oral, 10 mg, una vez al día por la noche. Desde hace 15 años. Controlada de forma asistida la hipercolesterolemia.
Después de haber hecho un seguimiento sobre el tratamiento farmacológico de la paciente, puedo afirmar que todos los fármacos que toma son necesarios para tratar las distintas patologías que presenta.
Efectivos porque la HTA está controlada, los valores de colesterol son adecuados, desde que toma las benzodiacepinas, se encuentra mejor y puede dormir por la noche, y no ha vuelto a tener ningún cuadro de microtrombosis periférica.
Y por último, existe la posibilidad de que haya interacciones, que provoquen un aumento de las reacciones adversas de las benzodiacepinas (lorazepam y bromazepam). Dichas reacciones adversas son: sedación, somnolencia, ataxia, mareos, depresión, cefaleas, desorientación, disfasia o disartria, temblor… entre otras muchas. Como la paciente no ha presentado una evidencia significativa de alguna de las reacciones citadas, se puede afirmar que todos los medicamentos son seguros.
Como se trata de una paciente con una insuficiencia renal grave, el tratamiento tiene un ajuste de dosis acorde a dicha patología. Hay que continuar con el seguimiento terapéutico para confirmar que el tratamiento sigue siendo necesario, efectivo y seguro.