Una colección farmacéutica tan interesante como difícil de formar es, precisamente, la de orlas de promociones farmacéuticas universitarias. Es interesante por diversos motivos, que van desde la vertiente estética hasta la conmemorativa, pero el principal es el hecho de constituir una excelente fuente de fotografías de jóvenes farmacéuticos en su último curso de licenciatura, así como de sus profesores y catedráticos.
Se ignora con exactitud cual es la orla más antigua de una promoción farmacéutica universitaria española. No obstante, puede afirmarse que es posterior a 1845, fecha en que la Farmacia, de la mano del llamado Plan Pidal, ingresó en la Universidad. Las primeras facultades de Farmacia fueron las de Madrid (1845), Barcelona (1845) y Granada (1850). Alguna de estas tres facultades debió generar la primera orla. Pocos años después fue creada la de Santiago de Compostela (1857). Salvo las cuatro citadas, el resto de facultades de farmacia existentes en la actualidad pertenecen al siglo XX. No obstante, en el siglo XIX existieron otras facultades de farmacia, aunque todas ellas de corta existencia, creadas, tras la Revolución de septiembre de 1868, con el decreto de libre fundación de establecimientos docentes. Una de aquellas facultades fue la de Valencia, habiendo constancia de la orla fin de carrera del año 1872, en la que figuran cuatro catedráticos y treinta y dos alumnos, todos con su nombre, procedencia y fotografía.
Puede decirse que todo farmacéutico tiene al menos una orla, la de su promoción, y algunos, también la de su padre y, quizás, la de su abuelo o bisabuelo farmacéutico. Pero hay unos pocos farmacéuticos que, además, han visto en las orlas un objeto de colección, no desperdiciando la ocasión de adquirirlas cuando ocasionalmente aparecen en rastros y encantes. La predilección es normalmente por las orlas antiguas, del siglo XIX y primer tercio del XX, de gran efecto visual, de tamaño considerable, con colorido, buen diseño y fotografías de medida aceptable. Son raras de encontrar, pues el número de ejemplares de cada una que en su momento se realizaron fue prácticamente tan reducido como el número de estudiantes. La masificación del alumnado de Farmacia en el último tercio del pasado siglo conllevó orlas abigarradas de fotografías tipo carné, de gusto dudoso en ocasiones y de escaso interés para el coleccionista particular, aunque con un innegable valor documental y de recuerdo, pero sin contener datos tan orientativos como la procedencia geográfica del alumno. Algunas promociones incluso se vieron partidas en dos orlas.
En el ámbito no privado, si existen instituciones idóneas para coleccionar orlas, éstas son, sin duda alguna, las propias facultades de farmacia. En este sentido, es obligado hacer referencia a la celebración del 150 aniversario de la Facultad de Farmacia de Granada, acaecido en el año 2000. Con el fin de ir completando la colección de orlas de las diferentes promociones de la Facultad, se organizó una exposición en la que se mostraron orlas desde 1861. Fue posible gracias a un tenaz esfuerzo y a la colaboración de familiares de antiguos alumnos que depositaron su orla en el Museo de Historia de la Farmacia para su reproducción fotográfica. Igualmente, es de cita obligada la exposición de orlas de las primeras promociones de la Facultad de Farmacia de Santiago de Compostela, también conmemorativa, en el año 2007, de su 150 aniversario.
Resulta muy interesante recrearse en una sucesión cronológica de orlas. Permite observar, además de la evolución del diseño artístico, de los elementos ornamentales y de los aspectos fotográficos, el distinto modo de vestir de cada época, la moda en el peinado, el uso de bigote y barba y, sobre todo, el progresivo aumento de fotografías femeninas.
Cabe decir, para terminar, que además de las orlas de promoción, existen otras también coleccionables como, por ejemplo, las de recuerdo de eventos puntuales, aunque hoy en día han pasado prácticamente a la historia. Un buen ejemplo, es la orla de la Primera Asamblea de Colegios Provinciales Farmacéuticos, que tuvo lugar en Madrid en 1899. Un ejemplar de la misma se puede contemplar en Madrid en el Museo de la Real Academia Nacional de Farmacia.