La estancia científica

Al contrario que otros días, hoy tengo que ser un poco más pesimista. Hace poco hice un llamamiento para salvar nuestras queridas becas Erasmus, pero ahora que aparecen multitud de noticias acerca de la desaparición de las becas Séneca, me asusto un poco1. Las becas Séneca son nuestras primas hermanas, y aunque su demanda es mucho menor, hay que atender otra vez al sabio refranero español y poner nuestras barbas a remojar. Una vez más, hago un humilde llamamiento a la cordura con estos temas; suprimir becas para estudiantes, y más las Séneca, que estaban casi reservadas para los mejores expedientes, son pan para hoy y hambre para mañana. Como nosotros, ustedes y yo, y Séneca también, pensamos que viajar recrea el ánimo, vamos a viajar por el mundo de las estancias científicas, a ver si así nos olvidamos un rato de la escasez de becas.

Porque entiendo que, cuando alguien oye la expresión «me voy de Erasmus», imagina a un estudiante, bebedor y sinvergüenza, que no va a clase y trasnocha, que conoce mejor los bares que las bibliotecas de su ciudad de acogida, y que un buen día, y no se sabe bien de qué forma, consigue unos apuntes, se los lee de aquella manera, y entonces trata de robarle un aprobado a un inocente profesor. No es así, ya lo saben, y no sólo porque ése sea uno de los mitos, sino porque no todos los estudiantes de farmacia que cogen la maleta y los cuatro duros que dan con la beca y se van al extranjero eligen la modalidad de asignaturas. Ya hablamos de las prácticas tuteladas en su día, y lo haremos de las estancias científicas, colaboraciones que se realizan en algún departamento de la universidad de acogida, y del que sale algún trabajo, que bien sirve para los másteres o por el que se reciben créditos de libre elección o de optatividad. Antes de entrar en materia, no confundan esta opción con los Erasmus Prácticas. Son dos convocatorias distintas y pueden hacer las dos, pero sólo una vez cada una, que ya saben que en esto del Erasmus Estudios no nos dejan repetir.

Como les decía, la estancia científica es una colaboración en un departamento de la facultad. Normalmente serán ustedes los que elijan el departamento en cuestión, que tratará de acogerles siempre que tenga proyectos en marcha. Ustedes llegarán allí y colaborarán con el profesor de turno en el proyecto de investigación que estén realizando en ese momento. Este tipo de relaciones son la base del actual sistema de becas; la amistad existente entre dos profesores, normalmente de una misma materia, creaba un flujo de alumnos entre departamentos de facultades de distintos países. Estos contactos fueron «cedidos» a la facultad que, al centralizarlos todos, creó una red mayor que fue aumentando con el tiempo hasta lo que conocemos ahora. Incluso hay destinos que llegaron al Erasmus de esta manera, y que con el tiempo han crecido y han cambiado sus condiciones; donde en un primer momento se podía recibir al alumno del profesor fulanito de tal, ahora se acogen a más alumnos que van a cursar asignaturas o a realizar prácticas tuteladas, aunque esto son historias de «abuelete».

En mi humilde opinión, y así lo hago saber a los alumnos que me preguntan, ésta es la opción más conseguida dentro del abanico de posibilidades del programa Erasmus Estudios, al menos para los estudiantes de farmacia. En primer lugar, en todos los laboratorios se habla inglés. Vayan donde vayan es el idioma que van a tener que utilizar. En segundo, pone en contacto con otras formas de trabajo. Cada universidad, cada facultad y cada laboratorio tiene su propio modus operandi, por lo que van a verse obligados a aprender a adaptarse al medio al que van. Y tercero, aunque podría citar más ventajas, es la parte del programa que está menos devaluada de cara a los demás. Por mucho que se luche, por ejemplo yo lo hago desde este pequeño rincón de Internet, no existe aún una conciencia social clara a favor del Erasmus. Dentro de esta desgracia, el señalado con el dedo es el que ha realizado asignaturas, mientras que poder decir que has colaborado en tal sitio haciendo cual cosa viste mucho más.

Entre de los destinos más demandados se encuentran los del norte de Europa; sobre todo los escandinavos y los británicos. La joya de la corona seguramente sea Londres. Todas las ciudades europeas quieren molar como Londres, así que todos los estudiantes caen rendidos ante sus encantos. Pero no vamos a viajar hoy hasta la «capital del reino», nos vamos a ir un poquito más allá; hasta Dublín. No todas nuestras facultades tienen convenios con el Royal College of Surgeons in Ireland (RCSI) (http://www.rcsi.ie/school_pharmacy), es elegible desde Barcelona y Valencia, pero el trato que a lo largo de estos años han ido recibiendo los alumnos ha sido excelente. Si no quieren ir de mirandas es sin duda un muy buen destino. Su facultad de farmacia es, con mucho, la mejor del país, y obliga a todos los farmacéuticos que completen su primer ciclo en cualquier universidad de Irlanda a realizar el último curso de la carrera allí. Además, consta de unas modernas instalaciones, lejos de los restos arqueológicos que aún pueden verse en muchas facultades de farmacia. El RCSI ha abierto centros en otras partes del mundo, sobre todo en el sudeste asiático y los emergentes emiratos árabes, demostrando así su amplio compromiso con la internacionalización de la educación.

En lo que respecta a la ciudad, Dublín está enclavada en una zona de Irlanda donde llueve poco, al menos comparado con el resto del país, aunque es evidente que van a ver menos el sol. Los días son muy cortos en invierno y un poco más largos en verano, asunto que, en mi opinión, puede condicionar la elección del trimestre, y el mar es quien templa las temperaturas. Es una ciudad grande, con alrededor de un millón de habitantes, de manera que van a toparse con la bendita variedad. Dentro de lo que nos puede interesar a nosotros, vamos a destacar dos puntos neurálgicos: en primer lugar las universidades. Nuestra hipotética elegida pertenece a la Universidad Nacional de Irlanda (con sede en Dublín y otros puntos del país), pero hay muchos más estudiantes en la ciudad: Dublín es sede del archiconocido Trinity College, que muchos de ustedes habrán visto en las academias de inglés, y cuyo prestigio a escala mundial, no ya por el idioma, sino por los grados, másteres y MBA que se imparten, es inmenso. Y en segundo lugar uno de los sitios más visitados de la capital irlandesa: la fábrica de Guinness. Sean ustedes amantes de la cerveza negra o no, para gustos los colores, la visita merece la pena por el edificio, la explicación del proceso de elaboración y las vistas de Dublín desde allí.

Podríamos hablar de muchos destinos del norte, pero como no quiero desvelar parte de lo que vendrá, nos cogemos la maleta y volamos hasta la pequeña Holanda. Allí, en el centro del país encontramos Utrecht. Sólo está disponible en el catálogo de plazas de Barcelona, Madrid y Alcalá de Henares. Es una ciudad pequeña, algo más de trescientos mil habitantes, pero que presenta todas las ventajas de irse a Holanda. Sociedad moderna, en la que hasta el más pintado habla inglés, estar cerca de todo (menos de 40 kilómetros a Ámsterdam, unos 150 a Bruselas, otros tantos a Luxemburgo, y no es un sitio al que vayan a poder ir a menudo, menos de 100 a la frontera alemana), y es una universidad con tecnología punta. La única pega para el pueblo en general es el holandés; donde nosotros leemos muchas «uves» ellos leen muchas «efes», y le añaden bastantes «jotas» a todo, y ya saben que no me refiero al baile.

La desventaja de las estancias científicas radica en que, por interesante que sea el proyecto, si no se muestran ustedes muy avispados les pueden condenar al ostracismo en el laboratorio, así que vayan con buena predisposición a aprender, que siempre es mejor aprender cosas inútiles que no aprender nada. Sabio señor Séneca, aunque quieran quitarle a usted importancia estos días.

Bibliografía

1. http://www.rtve.es/noticias/20130128/supresion-becas-seneca-curso-2013-2014-para-pagar-becas-generales/605317.shtml

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/28/actualidad/1359370996_761067.html

http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/1449409/la/universidad/sevilla/lamenta/la/supresion/las/becas/seneca.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/28/espana/1359401270.html