Resumen
Introducción: La bronquiolitis vírica es una enfermedad respiratoria causada principalmente por el VRS (virus respiratorio sincitial) que causa más de 3 millones de hospitalizaciones y 66.000 muertes al año a nivel global, en niños menores de 3 años2. Los factores de riesgo asociados a esta enfermedad pueden dividirse en modificables y no modificables, ejerciendo una notable influencia en el desarrollo de la enfermedad5.
Objetivo: Determinar la influencia de distintos factores modificables y no modificables en el desarrollo de bronquiolitis.
Método: En primer lugar, se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica para establecer las hipótesis del estudio. En la selección de la información se han utilizado las hipótesis publicadas en las revistas de mayor impacto. Posteriormente, se ha llevado a cabo un estudio transversal de carácter retrospectivo.
Resultados: El 100% de los encuestados eran menores de 3 años, con un predominio masculino. El 57,53% de los casos presentaba bronquiolitis, frente a un 42,47%. En el análisis de datos no se encontraron diferencias significativas entre los pacientes con bronquiolitis y los individuos sanos para las variables: sexo, tipo de nacimiento, peso, enfermedades previas, alimentación con leche materna, nivel de contaminación y toma de ácido fólico durante un trimestre. Sin embargo, se demostró que existe una relación estadísticamente significativa para las variables: ambiente tabáquico en el hogar, asistencia a guarderías y toma de ácido fólico durante todo el embarazo.
Conclusión: Se ha comprobado que existen factores modificables que predisponen la bronquiolitis vírica. Sin embargo, debido al pequeño tamaño de muestra no se pueden considerar concluyentes en el desarrollo de la enfermedad, requiriendo un mayor tamaño de muestra. Determinar el por qué ciertos niños desarrollan bronquiolitis debería guiar hacia nuevas terapias para disminuir el impacto clínico del virus respiratorio sincitial.
Introducción
La bronquiolitis es una infección aguda del tracto respiratorio ,causada por el virus respiratorio sincitial, que afecta principalmente los bronquiolos1 y que causa más de 3 millones de hospitalizaciones y 66.000 muertes al año, a nivel global2.
Esta enfermedad afecta con mayor frecuencia durante los meses de otoño e invierno3, existiendo un ligero predominio en los varones respecto a las niñas. Por lo general, los más afectados son los niños menores de tres años, puesto que sus vías respiratorias son más pequeñas y se obstruyen con más facilidad1,3,4. Desafortunadamente la infección no produce inmunidad protectora, por lo que la reinfección es común.
Los factores de riesgo asociados a esta enfermedad pueden clasificarse en modificables y no modificables. Los factores no modificables, son varios los parámetros que pueden causar un mayor riesgo de bronquiolitis en los infantes. En primer lugar, existen una serie de factores básicos como son la edad (inferior a 3 años), el peso del niño, la prematuridad y la desnutrición5. Al mismo tiempo, se ha demostrado que un déficit materno de Vitamina D está asociado con un aumento de trastornos de las vías respiratorias bajas, que pueden desembocar en mayor riesgo de asma en un futuro6. Durante el embarazo, es frecuente la toma de suplementos de ácido fólico para favorecer el correcto desarrollo neuronal del feto. Sin embargo, se ha demostrado que la toma de dicho suplemento en exceso durante los tres trimestres de embarazo, favorece a una mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias7.
Dentro de los factores modificables podemos incluir factores de tipo ambiental como la exposición al humo de tabaco en distintos ámbitos y la asistencia a guarderías; el hacinamiento y no recibir lactancia o recibir lactancia artificial4-7.
La bronquiolitis continúa siendo una enfermedad de gran importancia en los niños de edad inferior a 3 años debido al gran riesgo de contagio y reincidencia. Su control y correcto tratamiento es primordial para evitar el desarrollo de futuras patologías respiratorias de carácter crónico como el asma y la neumonía7,8.
Objetivo
Valorar una serie de factores modificables y no modificables que pueden influir de manera significativa en el desarrollo de bronquiolitis en niños de edades comprendidas entre 6 meses y 3 años, evaluando al mismo tiempo el tratamiento farmacológico más empleado.
Material y métodos
El estudio ha sido realizado en dos farmacias de Madrid: Farmacia Valentín Puertas y Merinero Rodríguez y una farmacia de Móstoles: Farmacia Mª Elena González Lago. Se trata de un estudio transversal con carácter retrospectivo. En este estudio se han incluido 42 niños que fueron diagnosticados de bronquiolitis y un grupo control, de 30 niños, que no padecieron la patología.
Para conocer la exposición a los factores de riesgo tanto modificables como no modificables, tras el previo planteamiento de las hipótesis del estudio, se ha realizado una encuesta a las madres de los niños que acudieron a la farmacia para cualquier tipo de intervención. En esta encuesta se recoge el sexo del niño, si nació de forma prematura o presentó bajo peso al nacer, si fue alimentado con leche materna, compartió habitación con hermanos o estuvo expuesto al humo del tabaco, si padeció algún tipo de enfermedad previa, en que época del año sufrió la enfermedad, si vive o vivó en una ciudad con elevada contaminación, si requirió hospitalización o sufrió reinfección, si precisó de tratamiento farmacológico, medidas de soporte o tratamiento preventivo, si cumplió con el tratamiento y si la madre tomó ácido fólico o precisó de vitamina D durante el embarazo.
Se calculó el error estándar para un intervalo de confianza del 95%. Se realizó un análisis bivariante, por medio del test de chi cuadrado, para el contraste de variables cualitativas, y para tamaños de muestra inferiores a 5 se empleó la prueba exacta de Fischer. Al mismo tiempo se calcula el error estándar para un intervalo de confianza del 95%. El análisis estadístico se completa con los gráficos correspondientes a los tratamientos más empleados y a la evolución de la enfermedad.
Resultados
El 57.42% de los niños presentaron bronquiolitis, con leve predominio masculino como podemos observar en la figura 1.
En las figuras 2-4 se representan el porcentaje de la población que presentó un resultado positivo ante una serie de factores no modificables y modificables.
En la figura 3, concretamente, se representa el porcentaje de niños que presentaron y no presentaron la enfermedad entre los 6 meses y los 3 años.
A continuación se muestran los resultados obtenidos tras realizar el análisis bivariante por medio de las pruebas estadísticas Chi Cuadrado y Fischer. Los valores de “p” quedan reflejados en la tabla 1, siendo estadísticamente significativos y, mostrando por tanto una asociación entre factores, los inferiores a 0,05.
Se calculó el error estándar de la media con un intervalo de confianza del 95%, siendo su intervalo de valores (47-67). Este error mide la diferencia que puede existir entre la media verdadera y la estadística que se informa.
Finalmente, en las figuras 5 y 6 se observa que la mayoría de las madres siguieron una pauta de tratamiento farmácologico tras el diagnóstico de la enfermedad (95%) y que el tratamiento más empleado fue el ventolin (60%).
Discusión
En referencia a los factores no modificables, no podemos establecer una relación significativa entre el sexo y el desarrollo de bronquiolitis tal y como se describe en la literatura9, donde se expone la idea de que dicha enfermedad es más común en los varones. Desde el punto de vista de la edad, se ha demostrado que la bronquiolitis es más frecuente en edades comprendidas entre los 6 meses y los 3 años, como ocurre en el 73% de nuestra población.
En nuestro estudio tampoco se ha encontrado una relación estadísticamente significativa entre la prematuridad o el bajo peso en el nacimiento del niño con el desarrollo de bronquiolitis. Además, tampoco se ha demostrado una relación significativa entre el padecimiento de enfermedades previas tales como enfermedades pulmonares, metabólicas, neurológicas o algún tipo de inmunodeficiencia que pudiesen desencadenar la aparición de bronquiolitis en los niños estudiados.
Por su parte, los factores modificables tienen un papel más relevante en el posible desarrollo de la enfermedad. En relación al periodo del embarazo, existe una relación estadísticamente significativa entre la toma de ácido fólico durante todo el periodo gestacional y el desarrollo de bronquiolitis, pues un exceso de ácido fólico puede desencadenar la aparición de la enfermedad, tal como se describe en la literatura7. Sin embargo, no hemos podido establecer una clara relación entre la toma de ácido fólico durante el primer trimestre, y el déficit de vitamina D durante la gestación, y el desarrollo de la bronquiolitis pues los resultados no son concluyentes y un porcentaje elevado de las encuestadas confirman no haber seguido un control de sus niveles de vitamina D durante el embarazo.
Por otro lado, factores tales como la exposición al tabaco, considerando a las mujeres fumadoras durante el embarazo y la posterior exposición de los niños al humo del tabaco una vez nacidos, bien porque la madre siguió manteniendo el hábito de fumar o bien porque el niño convivía en el hogar con algún familiar fumador, resulta estadísticamente significativa la relación entre el tabaco y el desarrollo de la bronquiolitis10. Además, en base a los resultados estadísticos obtenidos, situaciones tales como la asistencia a guarderías o el uso compartido de habitaciones entre hermanos, son un factor predisponente para el desarrollo de la enfermedad pues también hemos podido establecer una relación significativa.
En nuestro estudio también se ha podido demostrar que factores ambientales como la contaminación atmosférica no son un claro determinante para el desarrollo de bronquiolitis puesto que tras la realización de la prueba chi cuadrado la relación no es significativa.
Finalmente, la alimentación con leche materna, tal y como se describe en las bases bibliográficas11,12, desempeña un papel fundamental como nutriente para el recién nacido y el lactante puesto que parece conferir protección inmunológica frente al desarrollo de infecciones. En base a los resultados obtenidos tras las pruebas estadísticas adecuadas, podemos observar que no existe relación significativa entre la toma de leche materna y el desarrollo de bronquiolitis, por lo que se puede considerar a la leche materna como un factor protector frente al desarrollo de enfermedades como bien se ha descrito en las bases de datos9.
En cuanto a la segunda parte de nuestro estudio, basándonos en porcentajes, podemos establecer que menos del 50% de los niños requirieron hospitalización y un 44% sufrió reinfección tras el primer episodio de bronquiolitis.
En relación con el tratamiento, el 71% de los hijos de las encuestadas precisaron un lavado nasal con suero fisiológico con el fin de despejar las vías áreas y, además, el 95% necesitaron un tratamiento farmacológico. El más usado fue la administración de Salbutamol (Ventolín) representando casi un 62% de los casos, seguido del 19% que precisaron la administración de glucocorticoides de forma nebulizada(Pulmicort) y solo una pequeña parte de los niños precisaron antibióticos, un 5%.
En cuanto al tratamiento preventivo solo un 19% lo requirieron para evitar posibles recaídas.
Conclusión
Al ser un estudio que se ha llevado a cabo en un corto periodo de tiempo, en una única zona geográfica donde los factores sociales y ambientales pueden ser más determinantes que en otras zonas y teniendo en cuenta que la muestra de población no es muy amplia, podemos concluir que en aquellas situaciones en los que los resultados no son estadísticamente significativos hubiera sido necesario una población muestral más amplia y significativa para poder haber hecho un estudio mas exhaustivo y en profundidad de dichos factores modificables y no modificables que pueden ser determinantes en el desarrollo de la bronquiolitis, tal y como se ha demostrado en trabajos previos en los que los estudios abarcaron un mayor tiempo de evaluación y una muestra poblacional característica.
Bibliografía
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