Una de las estrategias, apuntada por la Organización Mundial de la Salud, para lograr el uso racional de los medicamentos es que todos los que intervienen en el proceso de la asistencia farmacéutica, incluidos los pacientes, dispongan de información amplia, completa e imparcial sobre los medicamentos.
La oficina de farmacia es un lugar muy adecuado para que los pacientes obtengan la información necesaria, tanto por la disponibilidad del profesional especialista en el medicamento, como por su credibilidad y por su accesibilidad.
Con objeto de conocer las necesidades de información de los pacientes, llevamos a cabo un estudio que pretendía saber cuáles eran los conocimientos que tenían sobre la medicación que retiraban de la oficina de farmacia.
Ver trabajo completo en el pdf adjunto.