Beneficios e indicaciones del maquillaje corrector

¿Qué es el maquillaje corrector?

Beneficios e indicaciones del maquillaje corrector

El «maquillaje decorativo» es aquel ideado y elaborado para resaltar la belleza de la tez, potenciar unos rasgos (ojos, boca, pómulos...) o posibilitar que nos sintamos diferentes al «jugar» con combinaciones de productos de cosmética decorativa para lograr maquillajes especiales con motivo de eventos importantes, como fiestas, bodas, navidades, etcétera.

El concepto de «maquillaje corrector», en cambio, es distinto: está especialmente pensado y formulado tanto para el camuflaje de imperfecciones (p. ej., ojeras o discromías) como para devolver el buen aspecto a pieles sujetas a ciertas dermatosis, así como para paliar las manifestaciones cutáneas de quemaduras, actos de dermatología estética o cirugía plástica, e incluso para minimizar los efectos secundarios cutáneos de los tratamientos oncológicos.

En este sentido, el maquillaje corrector también tiene un elevado impacto psicológico, ya que al restituir el buen aspecto a la piel y mejorar la imagen percibida por uno mismo contribuye a devolver la autoestima y a mejorar la calidad de vida y las relaciones sociales de las personas afectadas.

Fundamentos del maquillaje corrector
Corrección por el color
En la teoría del color, los colores primarios (amarillo, azul y rojo) y sus derivados se representan de manera ordenada en el llamado «círculo cromático», donde cada color tiene a su lado tonos semejantes. Esto hace que la mitad del círculo corresponda a los tonos cálidos (amarillos, anaranjados y rojos) y la otra mitad a los tonos fríos (verdes, azules y violetas).

Asimismo, en el círculo cromático cada color tiene enfrentado su color opuesto, y el principio de oposición de los colores indica que la intensidad de un color se atenúa cuando se le añade su opuesto. Así, el color verde neutraliza al rojo y el amarillo al violeta. Este principio permite que, al camuflar imperfecciones de dominancia roja o violeta con los correctores de color opuesto adecuados, podamos minimizar la cantidad de base de maquillaje corrector que deberemos utilizar encima de ellos.

Maquillaje corrector y poder cubriente
Los maquillajes formulados para corregir imperfecciones reúnen una serie de características:

  • Poder cubriente alto y modulable.
  • Testados hipoalergénicos y no comedogénicos.
  • Estudios clínicos de tolerancia que demuestran ausencia de poder irritante o alergizante.
  • Elevada sustantividad y remanencia en la piel.
  • Resistentes al agua y a la sudoración.
  • Sin perfume.
  • Resultado natural.
  • Aplicación fácil y rápida.
  • Adaptables a uso facial y corporal.
  • Desmaquillaje fácil.

En la farmacia encontramos fondos de maquillaje en crema compacta o en maquillaje fluido, lo que permite modular el poder cubriente en función de las necesidades de cada piel.

Indicaciones del maquillaje corrector
Las posibilidades del maquillaje corrector son muchas y variadas:

  • Maquillaje de pequeñas imperfecciones: ojeras, manchas, tatuajes...
  • Usos para patologías dermatológicas:

     -Dermatosis: acné, rosácea, lupus...

     -Hiper o hipopigmentaciones: lentigos, melasma, vitíligo...

     -Alteraciones vasculares: flush, cuperosis, angiomas...

  • Usos para después de intervenciones de dermatología estética o cirugía plástica: peeling químico, dermoabrasión, láser, mesoterapia, rellenos faciales o hilos tensores, rinoplastia, etc.
  • Camuflaje de quemaduras y cicatrices.
  • Maquillaje del paciente oncológico.

Protocolo de aplicación del maquillaje corrector
Primer paso: limpieza e hidratación de la piel del rostro

  • Higiene suave con productos hipoalergénicos y no comedogénicos, testados en pieles sensibles.
  • Antes de aplicar la base de maquillaje es indispensable una correcta hidratación.

Segundo paso: neutralizar mediante el color

  • Discromías de tono violeta/azulado (ojeras, hematomas...):

     -Aplicar un stick corrector amarillo con la yema de los dedos en la zona a neutralizar y difuminar suavemente.

     -En el caso de las ojeras, aplicar una pequeña cantidad de producto en el párpado inferior dibujando una línea desde el lagrimal hasta la parte externa del ojo, y difuminar mediante ligeros toques con la yema de los dedos.

  • Discromías de tono rojizo (granitos inflamados, flush, rojeces, cuperosis, rosácea, angiomas, cicatrices recientes...):

     -Aplicar un stick corrector verde y proceder como en el caso anterior.

  • Discromías de tonalidad marrón (ojeras marrones, manchas, lentigos solares...):

     -Aplicar un stick corrector coral o beis en función de la intensidad de la mancha.

Tercer paso: corregir y unificar el tono
Debe elegirse la textura de la base de maquillaje corrector de alta tolerancia en función de la necesidad de poder cubriente y del tipo de piel, de modo que aconsejaremos bases correctoras fluidas para obtener un poder cubriente moderado y cremas correctoras compactas ante la necesidad de un alto poder cubriente. Estas últimas existen en texturas para pieles secas y texturas para pieles normales/mixtas.

  • Maquillaje fluido. Aplicar una pequeña cantidad en la yema de los dedos y seguidamente extender por toda la cara. También se puede aplicar con esponjita o brocha fina de maquillaje.
  • Crema compacta. Aplicar sobre el rostro con la ayuda de la esponja que viene en los envases para tal fin, desde el centro hacia el exterior de la cara. Para un resultado más natural, aplicar con pequeños toques.

Frente a un vitíligo, utilizar primero en las zonas afectadas una crema compacta del color más parecido a la tonalidad más oscura de la piel, difuminando en las zonas fronterizas con la piel sana. A continuación, aplicar una segunda capa de maquillaje por todo el rostro para unificar el tono.

Cuarto paso: iluminar la tez
Después de la base de maquillaje, se puede emplear un pincel corrector beis sobre ojeras leves o surcos nasogenianos pronunciados, para iluminar el rostro.

Quinto paso: completar el maquillaje
Fijar el maquillaje
Aplicar polvos fijadores con una brocha para fijar el maquillaje, «matificar» e iluminar la tez. Existen en versión «polvos translúcidos» y en versión «polvos de sol», por si lo que se desea es aportar un tono bronceado a la piel.

Corregir las cejas
Si se desea diseñar o repoblar un poco las cejas, deberemos reseguir con pequeños trazos el dibujo de la ceja natural.

En caso de alopecia parcial o total, tomaremos 3 puntos de referencia para redibujar las cejas:

1. Para encontrar el inicio de la ceja, apoyar un lápiz en paralelo a la aleta de la nariz y la comisura interior del ojo.

2. Para marcar el punto más alto de la ceja, apoyar el lápiz en diagonal desde la aleta de la nariz hasta el punto por encima de la pupila del ojo.

3. Para señalar el final de la ceja, apoyar el lápiz en diagonal desde la aleta de la nariz hasta la comisura externa del ojo.

Seguidamente, unimos los 3 puntos con un pincel corrector de cejas (del tono más parecido posible al color de las cejas) mediante trazos cortos (imitando los pelos de la ceja) y difuminamos con el cepillo provisto en el otro extremo del pincel.

Fuente: Laboratorios Avène

Consejos

  • Tomar una foto de las cejas antes de que se caigan, para poder imitar lo más fielmente posible su trazado natural.
  • Apoyar el brazo en una superficie firme al redibujar las cejas.
  • En caso de tener que corregir algún trazo, borrarlo con la ayuda de un bastoncillo de algodón y un poco de base de maquillaje.

Recrear las pestañas
Si las pestañas han disminuido o desaparecido debido a tratamientos oncológicos, aplicar un lápiz de ojos sobre la base de las pestañas superiores. Así conseguiremos definir y crear una sombra en la línea ocular, recreando la apariencia de pestañas.

Seguidamente, si aún tenemos pestañas, podemos aplicar una máscara de pestañas de alta tolerancia.

Definir el contorno de los labios e iluminar la sonrisa
Si los labios no están bien definidos, utilizar un lápiz de contorno de labios para delinear perfectamente el contorno y evitar que, al rellenar con la barra de labios, ésta se extienda más allá de sus límites.

En el caso de labios pequeños o finos, emplearemos tonos claros y brillantes, dado que agrandan ópticamente los labios.

Si, por el contrario, los labios son grandes o gruesos, aplicar tonos oscuros y mates para lograr el efecto contrario.

Realzar los rasgos con colorete o blush
El colorete tiene un efecto instantáneo de reavivar el tono y realzar los rasgos. Es conveniente sonreír para marcar los pómulos y aplicar el blush en sentido ascendente sobre ellos con la ayuda de una brocha suave.

Deberemos buscar la tonalidad que armonice mejor con el tono de la piel.

Interés del maquillaje corrector en el paciente oncológico
Un caso donde el maquillaje corrector cobra especial importancia es en los pacientes en tratamiento oncológico, dado que los efectos adversos en la piel del rostro secundarios a tratamientos de quimioterapia clásica y terapias dirigidas son muy frecuentes.

Es importante que las personas afectadas se sientan bien con su aspecto, porque ello aumenta su autoestima y autoconfianza y las ayuda a afrontar con una actitud más positiva los tratamientos para su enfermedad, y a mejorar sus relaciones personales y sociales.

Cuando este tipo de pacientes acuden a la farmacia, es mejor no mostrar que hemos detectado sus cambios físicos: debemos actuar con prudencia y no explicitar que nos hemos dado cuenta de que están en tratamiento. Lo más adecuado es practicar la escucha activa y activar la empatía, y sólo ofrecer nuestro asesoramiento en caso de que nos hablen de su enfermedad y nos pidan consejo.

Si es así, podemos explicarles que el maquillaje corrector permite mitigar los cambios más frecuentes en la piel del rostro asociados a los tratamientos oncológicos: sequedad intensa, signos de fatiga, manchas e hiperpigmentaciones, rojeces, erupciones acneiformes, cejas y pestañas despobladas o caída de éstas, tono no uniforme de la tez, etc.

También podemos aconsejarles que, antes de proceder al maquillaje (siguiendo los pasos detallados anteriormente), debe llevarse a cabo una limpieza suave con syndets de eficacia y tolerancia probadas. Están especialmente indicadas las leches limpiadoras o aceites relipidizantes.

La hidratación del rostro y del contorno de los ojos es fundamental, debido a que la sequedad cutánea es uno de los efectos secundarios más frecuentes tras la quimioterapia. Aquí es importante priorizar productos hipoalergénicos con un alto nivel de emoliencia.

También les aconsejaremos la aplicación de una mascarilla hidratante 1 o 2 veces por semana, y que no olviden nunca una correcta protección solar ya que los tratamientos oncológicos aumentan la sensibilidad de la piel frente a la radiación solar. Estos pacientes deben limitar la exposición al sol tanto como sea posible, evitando siempre las horas de mayor intensidad solar (de 12 a 16 h), y utilizar diariamente un fotoprotector de muy alta protección (SPF 50+) incluso en condiciones de insolación moderada.

El maquillaje corrector es, en definitiva, una de las armas de que dispone el farmacéutico comunitario en su labor asistencial en pro de la salud física y emocional de sus clientes.