Dado que el AH lubrica las articulaciones, que ayuda tanto en la absorción de impactos como en la estabilización de la estructura y que tiene efectos directos sobre la función de las células sinoviales, se trata de un componente importante del cartílago, el humor acuoso, la piel y el líquido sinovial3.
El líquido sinovial tiene una mayor o menor concentración dependiendo de su estado fisiológico. El que está presente en las articulaciones con osteoartritis contiene bajas concentraciones de AH en comparación con las articulaciones sanas. Esto es debido a una serie de sucesos mecánicos y biológicos que se producen en la osteoartritis y que desestabilizan la degradación normal y la síntesis de cartílago articular4. Todo ello deriva en un descenso de la concentración y el peso molecular del AH.