El desánimo se puede definir como falta de energía, desaliento y tristeza, entre otros desajustes que van desde un moderado decaimiento hasta cierto grado de pesimismo y postración. Esa falta de ánimo nos afecta a la hora de hacer cosas o afrontar problemas, y también a nuestras relaciones con los demás. Pero no es un sentimiento extraño ni una patología, porque, como seres emocionales que somos, todas las personas hemos experimentado el desánimo en alguna ocasión.
A continuación ofrecemos algunas recomendaciones para mejorar y revertir este estado de ánimo.