La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), a través del grupo de trabajo de Seguridad Clínica, presenta un documento de posicionamiento que pone de manifiesto la limitada y desigual implantación de la mayoría de las tecnologías para la trazabilidad de medicamentos en nuestro país, y, lo que es más destacable, el hecho de que la implantación de un sistema completo de trazabilidad en todas las etapas del circuito de utilización, desde la prescripción hasta la administración, que permita lograr una trazabilidad total y mejorar la seguridad de los pacientes, es casi anecdótica.
El Dr. José Manuel Caro, farmacéutico hospitalario coordinador del proyecto y miembro del Grupo de Seguridad Clínica de la SEFH, ha destacado la importancia de un documento en el que se pone de manifiesto que «los errores de medicación se producen en todas las etapas del uso del medicamento, pero la administración y la prescripción son las etapas que concentran el 87% de estos errores en el entorno hospitalario».
Por su parte el Dr. Sergio Plata, farmacéutico hospitalario coordinador del proyecto y miembro del Grupo de Seguridad Clínica de la SEFH, ha resaltado que «la prevalencia y trascendencia de los errores de medicación constituyen un problema de salud pública, que debe abordarse prioritariamente por las autoridades sanitarias debido a su triple alcance. Además del daño que se produce directamente sobre el paciente, hay un impacto psicológico sobre los profesionales involucrados directamente en los errores y sobre las instituciones sanitarias, a las que les puede suponer una pérdida de confianza por parte de la sociedad».
Situación grave pero prevenible
Áreas como pediatría, onco-hematología, urgencias, paciente crítico o quirúrgico tienen un riesgo muy superior de que se produzcan errores de medicación. Se estima que los niños tienen 3 veces más riesgo que los adultos de padecer eventos adversos por medicamentos. Sin embargo, esta problemática podría resolverse, ya que los datos disponibles indican que los 10 tipos de errores de medicación con consecuencias más graves detectados en España en 2020 podrían evitarse implantando procedimientos, tecnologías o herramientas de fácil acceso y disponibles actualmente de forma heterogénea en los hospitales.
Aplicar el concepto de trazabilidad al uso de los medicamentos ha demostrado mejorar la eficiencia de los procesos y la seguridad del paciente, ya que permite conocer el estado, ubicación y evolución del medicamento a lo largo de todo el circuito de utilización, consiguiendo una reducción de errores de medicación relacionados con la preparación, dispensación y administración de fármacos, así como una mejora en la calidad de la asistencia sanitaria.
Costes de los errores de medicación
Estudios independientes arrojan datos de costes de errores de medicación muy elevados. Solo en Inglaterra, han estimado que se producen 237 millones de errores de medicación en un año y la estimación de costes al NHS asociados a reacciones adversas a medicamentos evitables sería de más de 98 millones de libras al año.
Estrategias de los servicios de farmacia para impulsar la seguridad
Al margen de la trazabilidad, son numerosas las prácticas con las que los servicios de farmacia pueden contribuir de forma significativa a mejorar la seguridad de la farmacoterapia. Destacan por su evidencia contrastada: la integración del farmacéutico clínico en los equipos asistenciales, la validación farmacéutica de los tratamientos, la preparación centralizada de medicamentos, la conciliación de la medicación, la educación a pacientes y familiares y la implementación de programas de gestión de incidentes por medicamentos.
El grado de implantación de la mayoría de estas prácticas en los hospitales españoles es heterogéneo y, pese al notable progreso alcanzado en los últimos años, aún es insuficiente. El principal factor limitante para el despliegue definitivo de estas prácticas seguras es la infradotación de farmacéuticos especialistas en los hospitales.
Como cierre del documento, el Grupo de Seguridad Clínica resume en un decálogo las propuestas que para ellos más impactarían en la seguridad del paciente. Entre ellas destaca disponer un marco legal nacional en materia de seguridad del medicamento en el que se definan unos estándares mínimos de obligado cumplimiento para los hospitales.