Alrededor de un millón de personas en España están en tratamiento intravítreo por enfermedades de la retina

Alrededor de un millón de personas en España están en tratamiento intravítreo por enfermedades de la retina

Aproximadamente un millón de personas en España necesitan tratamiento intravítreo por enfermedades retinianas como el edema macular diabético. La administración de terapia intravítrea constituye un proceso complejo que requiere de la sincronización entre farmacéuticos hospitalarios y oftalmólogos para garantizar la seguridad y eficacia de estas intervenciones. Con el objetivo de mejorar la coordinación entre ambas áreas y elevar el estándar de cuidado, expertos de ambas especialidades se reunieron en Madrid en un encuentro organizado por AbbVie.

Se trata del proyecto ‘EnFHocados’, una serie de foros de debate que tienen como finalidad compartir perspectivas entre farmacia hospitalaria y oftalmología en distintas comunidades autónomas. Las reuniones ponen de relieve las últimas novedades en retina médica y exponen los últimos avances en medicina de precisión en el manejo del edema macular diabético. Sirve como plataforma para poner en valor la relevancia de la sinergia entre la colaboración interdisciplinar y la precisión en el diagnóstico y abordaje. 

En la reunión, moderada por Montserrat Pérez Encinas, jefa de Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, se ha subrayado la importancia de la colaboración interdisciplinar en el tratamiento del edema macular diabético. “Las enfermedades de la retina, y el edema macular diabético en particular, son condiciones que no solo afectan a la visión: también impactan severamente en la calidad de vida de los pacientes. Por tanto, su abordaje no solo requiere una atención clínica excelente, también es indispensable una robusta colaboración interdisciplinar entre farmacéuticos hospitalarios y oftalmólogos”, ha señalado Pérez Encinas.

En el transcurso del edema macular diabético, la mácula, la parte de la retina encargada de la agudeza visual, se inflama y retiene líquido, ocasionando una pérdida visual irreversible. Su prevalencia se encuentra en torno al 0,7% en España, pero si se considera únicamente a la población con diabetes tipo 2, esta aumenta hasta el 7,9%. Estos datos hacen necesaria la búsqueda de soluciones inmediatas y el fomento de la innovación para una gestión más efectiva de esta enfermedad.

El papel de los biomarcadores 

Durante la reunión, los doctores Jose Fernández-Vigo, oftalmólogo del Hospital Clínico San Carlos, y Mario García Gil, jefe de Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Fuenlabrada, han hecho énfasis en la importancia de la detección y el abordaje temprano para evitar la pérdida visual en pacientes con edema macular diabético. En este sentido, han insistido en la adecuada elección del tratamiento a través de la medicina de precisión, algo que se puede lograr mediante el análisis de biomarcadores inflamatorios detectables mediante tomografía de coherencia óptica (OCT).

Este sencillo examen permite distinguir aquellos edemas en los que la inflamación juega un papel preponderante, que suponen hasta el 43,9% en los pacientes con edema macular diabético. Una cifra que coincide con la proporción de pacientes que no responden al tratamiento anti-VEGF, que se acerca al 40%.

De esta forma, cobra relevancia la revisión del tratamiento para adecuarlo e individualizarlo en cada paciente si es necesario. Estos beneficios para el paciente redundan en una optimización del uso de recursos del sistema: la mejora de los resultados en salud permite evitar los costes asociados al fracaso terapéutico, a la pérdida de visión y a la ceguera.

Durante la sesión se puso de relieve la importancia de medir y recoger variables clínicas para medir resultados en salud, así como resultados reportados por los pacientes, tanto clínicos como de experiencia en el proceso asistencial. Esto mejoraría la gestión integral de los pacientes, favoreciendo una asistencia y tratamiento personalizado; reduciría la variabilidad en la atención y favorecería la toma de decisiones basadas en datos.

El acto único, una propuesta para aliviar la carga asistencial

Por otro lado, las doctoras Inés Contreras, oftalmóloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal, y Esther Gómez de Salazar, farmacéutica del Hospital Universitario Ramón y Cajal, manifestaron la importancia de optimizar el circuito del paciente oftalmológico en términos de eficiencia y recursos.

El circuito de inyecciones intravítreas representa un proceso complejo que demanda una adecuada sincronización entre oftalmólogos y farmacéuticos para garantizar la seguridad, eficacia y satisfacción del paciente.

Una de las propuestas destacadas fue la implementación del acto único, esto es, efectuar el seguimiento del paciente y la administración del tratamiento intravítreo en la misma cita. Para ello, es necesario disponer de una sala limpia y coordinar la participación de todos los profesionales involucrados dicha administración.

Este enfoque presenta dos beneficios principales: por una parte, reduce la carga asistencial en una de las especialidades más saturadas del Sistema Nacional de Salud y, al mismo tiempo, disminuye el número de visitas al hospital por parte de los pacientes, lo que promueve una mayor adherencia terapéutica. En consecuencia, el acto único contribuye a asegurar una mayor ganancia visual y a frenar la progresión de la pérdida de visión en los pacientes con edema macular diabético.

Además de los factores de éxito, en la mesa se abordaron los retos para una óptima coordinación entre los servicios, entre ellos, la predictibilidad de los tratamientos para una adecuada gestión del stock y coordinación del circuito, así como la explotación informática de los datos compartidos entre especialidades.