La bobal recibe otros nombres, tales como provechón, requena, canonao, boal, boral, bogal, requeno o bovatí, y aunque es una variedad muy sensible al oídio, a la botritis y a la polilla del racimo, es muy poco sensible al mildiu, a las enfermedades fúngicas de la madera y a los ácaros. Su brotación es tardía, aunque es sensible al frío. Es una variedad de vid muy resistente a la sequía y susceptible de ser tratada en viticultura ecológica.
Da vinos con mucho aroma, color intenso a cereza oscuro con tonos violáceos, aromas intensos con toques herbáceos y afrutados y acidez relativamente baja. Ha sido desde siempre la Cenicienta vitivinícola. Se usaba para mejorar las características de otras variedades, pero sin oportunidad de mostrar las suyas propias. Gracias a un grupo de enólogos de la zona se empezaron a hacer monovarietales de bobal y, tras mucho trabajo, hoy estos vinos ocupan un lugar importante, reconocidos por crítica y consumidores.
La bobal es de gran tamaño, su uva es entre tres y cinco veces más grande que la cabernet y sus hollejos, de gran dureza y alto contenido en taninos y antocianinas, son los responsables del intenso color y cuerpo de los caldos resultantes. Estas cualidades lo han convertido en uno de los vinos preferidos por los enólogos, por su enorme potencial de guarda y crianza. Además, junto con la merlot y la pinot noir tiene uno de los niveles más altos de resveratrol, por lo que, de forma moderada, el vino de bobal es uno de los más recomendables para nuestra salud.
D.O. Utiel-Requena
Precio: 16,95 €
Elaborado con uva bobal de categoría Premium, este vino de las bodegas Vicente Gandía se ha realizado con una maceración prefermentativa a 3 ºC durante 4 días y se ha fermentado a 26 ºC durante 10 días con su pasta de vendimia, y un 50% del vino ha realizado la fermentación maloláctica arropada por 12 meses en barrica de roble francés de tostado ligero. El resultado es un vino de color rojo intenso, con ribete lila y lágrima densa con aromas a retama, frutos rojos y caramelo, con matices ahumados. En boca es rotundo y deja un gusto de roble. Elegante por dentro y por fuera, viste perfectamente con caza, guisos de aves y carne roja.