Nunca imaginé que una botica podría convertirse en un lugar de confianza donde resolver dudas sobre mi salud íntima. La campaña «La meva regla, les meves regles» ha cambiado mi perspectiva en muchos sentidos. 

Fui a la farmacia después de ver la campaña anunciada por todas partes: carteles en las calles, anuncios en redes sociales, vídeos orgánicos en las redes aplaudiendo la iniciativa, menciones en los medios de comunicación…  

Me hizo mucha ilusión que por fin se pusiera el foco y se diera importancia a algo tan básico como los productos de salud íntima. La campaña ha tenido una muy buena acogida, tanto por usuarias como no usuarias de estos productos. 

Al llegar, le pregunté a la farmacéutica cuál podría ser la mejor opción para mí de entre los productos a escoger; le di contexto y me respondió abiertamente y justificando el porqué de cada opción. Su conocimiento me hizo sentir cómoda y confiada al explorar una opción completamente nueva para mí: la copa menstrual. 

Nunca imaginé que una botica podría convertirse en un lugar de confianza donde resolver dudas sobre mi salud íntima

Después de recibir asesoramiento, me entregó la copa menstrual, sin coste alguno. Me sentí agradecida, y pensé «qué importante es hacer este tipo de campañas», no solo por el hecho de la acción, sino también por la preparación y la organización de todas las farmacias para hacer este proceso accesible y libre de presiones o complejos.  

La idea de probar una copa menstrual me despertaba curiosidad, pero a su vez me intimidaba. El miedo a no adaptarme a ella, no elegir correctamente la talla y sentir que había desperdiciado dinero si no la usaba siempre me detenían. Pero, gracias a esta campaña, me aventuré y salí satisfecha de la farmacia por el hecho de haber tenido la libertad de probar algo nuevo sin presión, bien aconsejada y con una opción mucho más sostenible en el tiempo que las compresas. 

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