«No es el tiempo de las preguntas, sino de las soluciones», manifestó Mingorance. «Tenemos –añadió– un sistema sanitario que ha cumplido una maravillosa función, que ha sido y es referencia internacional, pero que responde a una realidad de hace varias décadas y necesita ser actualizado. Es el momento de pasar del diagnóstico a la acción. Es el momento de las decisiones, y es también el momento de unir dos presentes: el presente de las urgencias y necesidades del sistema y el presente de las capacidades de la farmacia. Nos hemos estado entrenando en los últimos años y estamos preparados para que el entrenador nos ponga a jugar justo ahí donde el equipo más lo necesita».
En el acto inaugural participó el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Jesús Aguilar, quien criticó que se haya instalado un sistema como el de receta electrónica, que permite un «mejor control de la medicación de los pacientes» y no sea aprovechado ahora para fines como éste, «más teniendo en cuenta que las oficinas de farmacia son más accesibles y cercanas para los pacientes que los centros hospitalarios». Entre esas posibles tareas asumibles por la oficina de farmacia se encuentra la dispensación de los conocidos como medicamentos DH (de dispensación hospitalaria) que pasaron a dispensarse en la farmacia hospitalaria «sin criterio sanitario, lo que ha limitado el acceso de los pacientes a estos medicamentos», recordó
En la clausura le correspondión intervenir al consejero de Salud, Aquilino Alonso, que destacó la contribución de las más de 3.800 oficinas de farmacia a la accesibilidad y equidad de la atención sanitaria. Y resaltó que los servicios de educación sanitaria, de seguimiento farmacoterapéutico y de dispensación personalizada garantizan la seguridad de los tratamientos. Durante su intervención, ensalzó especialmente la labor de aquellas oficinas de farmacia que están ubicadas en lugares remotos y despoblados y constituyen una referencia sanitaria de determinados municipios. También se refirió al papel decisivo de las oficinas de farmacia a los resultados en salud y a la sostenibilidad del sistema sanitario, así como a proyectos y medidas con los que Andalucía ha sido una comunidad pionera, como la prescripción por principio activo o Receta XXI. Alonso resaltó, asimismo, que «la farmacia andaluza no es un sector económico más», ya que el gasto farmacéutico en recetas es una de las partidas más importantes en el presupuesto total del Servicio Andaluz de Salud y en la economía andaluza, y supone un 1,2% del PIB regional (alrededor de 1.700 millones de euros).
Asimismo, se refirió al modelo de farmacia de la comunidad autónoma andaluza, regulado en la ley de Farmacia de Andalucía, con el objetivo de desplegar una atención de proximidad de calidad, «que está respondiendo con efectividad y eficiencia a los retos del siglo XXI».
Futuro convenio de colaboración
Aquilino Alonso mencionó la colaboración que existe de manera continuada entre la administración sanitaria y el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos, gracias a la cual «Andalucía ha podido poner en marcha y liderar políticas de uso racional del medicamento». Y en este contexto, se refirió a un convenio «en beneficio de la salud pública andaluza y que se firmará en las próximas semanas», que incluye áreas de colaboración en formación continuada, investigación, asesoría y estrategias con los centros sanitarios para la atención integral a la población. Las líneas de trabajo que contempla el acuerdo se centran en la contribución del sector farmacéutico andaluz a la sostenibilidad y la calidad del sistema sanitario público de Andalucía, en el desarrollo profesional y en la complementación con atención primaria.
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Conclusiones de las V Jornadas Farmacéuticas Andaluzas 1. Entre los retos a los que tiene que hacer frente a la farmacia del siglo XXI están garantizar la accesibilidad del servicio profesional, la sostenibilidad del sistema, la estabilidad de la farmacia, las nuevas demandas derivadas del envejecimiento, la dependencia y el acceso a la innovación farmacoterapéutica. 2. El actual modelo farmacéutico es un excelente garante para responder a los retos planteados, pero debe encontrar la fórmula que permita la dispensación en la oficina de farmacia de los nuevos lanzamientos, que debido a sus altos precios están siendo derivados a la farmacia hospitalaria. 3. La formación del farmacéutico, la colaboración con la industria farmacéutica, la fortaleza financiera de la distribución y el desarrollo de propuestas proactivas desde las instituciones, serán fundamentales para garantizar el adecuado papel de la oficina de farmacia en el siglo XXI. 4. Las nuevas tecnologías y el tratamiento de la información son una oportunidad para la mejora de la gestión de la oficina de farmacia, la comunicación con la Administración, el acceso al conocimiento y la relación con nuestros pacientes. 5. Las redes sociales son un canal inigualable para prestar consejo farmacéutico con profesionalidad. La farmacia tiene que controlar, en la medida de lo posible, qué se dice en su nombre en Internet. 6. Los usuarios y pacientes de las oficinas de farmacia son nuestro mayor activo. Conocerlos bien es esencial para estar a la altura de sus expectativas e incluso mejorarlas. Una comunicación personal y el uso de las TICS es fundamental. Es más eficiente fidelizar que captar. 7. Las corporaciones farmacéuticas deben proveerse de plataformas tecnológicas que les permitan desarrollar proyectos futuros de carácter integral. La creación del nodo para la tramitación de los vales de estupefacientes del CACOF es un ejemplo de ello. 8. El concepto de continuidad asistencial es imprescindible para la abordaje del paciente crónico polimedicado. Es necesario que farmacéuticos de hospital, atención primaria y farmacia comunitaria trabajen juntos. 9. Hay que destacar la figura del farmacéutico como 'coach del medicamento' para ayudar a los pacientes a conseguir los mejores resultados de la farmacoterapia. La estandarización de las fórmulas de comunicación entre los profesionales es un objeto alcanzar en beneficio del paciente. 10. El perfil del farmacéutico determinará el éxito de la gestión y desarrollo de los nuevos proyectos profesionales que se pongan en marcha. 11. La comisión de servicios profesionales del Consejo andaluz es una iniciativa de actuación colaborativa y coordinada para la puesta en marcha de servicios de valor añadido en las farmacias andaluzas. 12. Las necesidades insuficientemente cubiertas de los pacientes, la formación de acreditación de farmacéuticos y farmacias, la comunicación y el consenso alcanzados con otros profesionales, el visto bueno a la administración sanitaria y la remuneración del servicio profesional, son algunos de los pilares sobre los que se sustenta su desarrollo. 13. SPD y MAPAfarma del CACOF son dos ejemplos claros de un trabajo colaborativo con altísima participación de farmacéuticos y evidentes ventajas para los pacientes. |