Durante el encuentro, que tuvo lugar ayer en Madrid, el Dr. Odriozola analizó los aspectos más relevantes asociados a este trastorno. En este sentido, señaló que «su etiología es multifactorial, pudiendo estar implicados tanto factores de naturaleza biológica, como psicológica, afectan entre el 10 y el 30% de los recién nacidos y lactantes de 2 semanas a 4 meses de edad», y tal y como insistió el Dr. Odriozola, «es un llanto paroxístico, intenso y distinto al llanto normal e inconsolable”. Añadió a ello la necesidad de transmitir tranquilidad a los padres y de concienciarles de la necesidad de ayudarles a expulsar los gases después de cada ingesta y transmitirles las bondades de realizar masajes de forma sistemática.
Entre los factores biológicos se encuentran la inmadurez del sistema nervioso o digestivo, pues la madurez de la microbiota intestinal neonatal es un proceso que se ve influenciado por diversos factores como el tipo de nacimiento o la dieta de la madre. Por otro lado, la prematuridad del bebé y los antecedentes familiares, como son la tensión, la edad o el hábito tabáquico de la madre, forman parte de los agentes psicológicos que pueden condicionar la aparición de estos cólicos.
Según Odriozola, el cólico del lactante es un «trastorno gastrointestinal funcional, que se traduce en episodios recurrentes y prolongados de llanto, angustia e irritabilidad en el bebé, que es más frecuente en aquellos alimentados con fórmulas infantiles, que en los que reciben lactancia materna». Además, afirmó que «aunque se trata de un proceso autolimitado en el tiempo, pues desaparece de forma espontánea entre el cuarto y sexto mes de vida, genera un deterioro severo en la calidad de vida de toda la familia».
A pesar de la alta prevalencia de este trastorno que afecta a muchos recién nacidos, la patogenia del cólico del lactante sigue siendo parcialmente desconocida y esta se resume en un aumento de bacterias productoras de gas, inflamación intestinal y reducción de bacterias saludables.
El valor del xiloglucano
Una de las últimas novedades terapéuticas para tratar el meteorismo y los cólicos flatulentos en lactantes y niños es Aprotecol, un producto sanitario formulado a base de xiloglucano, un polisacárido proveniente del árbol Tamarindus indica, que presenta propiedades mucoprotectoras, y los microorganismos saludables tindalizados Lactobacillus reuteri y Bifidobacterium breve, que contribuyen a prevenir la invasión bacteriana patógena.
El Dr. José Francisco Albaladejo Rico, responsable digestivo del departamento médico de Ferrer, explicó durante su ponencia el novedoso mecanismo de acción de Aprotecol, que presenta un mecanismo de acción dual. «Por un lado, el xiloglucano posee propiedades formadoras de una película protectora que previene la adhesión a la pared intestinal y la replicación de bacterias formadoras de gas, al tiempo que los microorganismos saludables tindalizados (Lactobacillus reuteri y Bifidobacterium breve) inhiben el crecimiento de bacterias patógenas y contribuyen a la restauración de la flora intestinal».
Asimismo, afirmo que la administración de xiloglucano antes de las comidas «predispone mejor a la mucosa al contacto con los alimentos debido a que la capacidad mucoprotectora intestinal se consigue mejor cuando el intestino se encuentra vacío».