La atención farmacéutica ayuda a reducir, a través de la educación para la salud, la carga asistencial que produce en Atención Primaria una patología crónica como es la principal conclusión a la que han llegado los profesionales de las 45 oficinas de farmacia de Andalucía, , Galicia o Canarias que han participado en un proyecto de educación para la salud, impulsado por Roche.
Silvestre Marrero Medel, farmacéutico colegiado en Tenerife y María Teresa Gómez Terín, titular de oficina de farmacia en A Coruña, aseguran que con las sesiones divulgativas organizadas por Roche se contribuye a «reducir consultas innecesarias en Atención Primaria, sobre todo de aquellas personas que no están tan familiarizadas con la enfermedad».
El valor diferencial de los consejos proporcionados por el profesional de la farmacia a los pacientes, en comparación con la información que aportan médicos o enfermeras, está en la proximidad y cercanía en el trato: «Es mucho más cómodo para una persona con diabetes acudir a una farmacia que a un centro de salud a la hora de resolver sus dudas», indica Marrero Medel. En esta misma línea, Gómez Terín señala que «el farmacéutico es un profesional accesible que facilita consejos sin tener que desplazarse».
No obstante, subraya Medel, «todos los profesionales de la salud implicados en la educación del paciente con diabetes deberíamos actuar como una ‘piña’».
Estrechar relaciones
Por otro lado, estas sesiones informativas contribuyen a reforzar la relación entre el farmacéutico y los pacientes porque «estos últimos preguntan sus dudas más abiertamente, lo que facilita un mayor conocimiento de su enfermedad», afirma Silvestre Marrero. Además, el profesional de la farmacia «conoce en profundidad la realidad de cada paciente lo que hace que le podamos dar las pautas adecuadas para controlar mejor su diabetes», añade.
Para María Teresa Gómez, titular de oficina de farmacia en A Coruña, las impresiones son similares: «Estas charlas, promovidas por Roche, complementan lo que hacemos habitualmente en los pacientes es un ‘plus’ poder hacer preguntas concretas a un profesional experto y la utilidad de lo aprendido por el enfermo es algo que satisface al colectivo farmacéutico».