La obra está coordinada por Laura Aliaga, del grupo de trabajo de Gestión del Medicamento, inercia clínica y seguridad del paciente de SEMERGEN, y Adela Martín, responsable de Investigación de SEFAC, y en su elaboración han participado tanto médicos como farmacéuticos.
Ventajas del SPD
Como se detalla en el documento, el SPD resulta muy útil para desarrollar un programa de atención farmacéutica que integre aspectos asistenciales como la detección y prevención de problemas relacionados con la medicación (PRM), evite la aparición de resultados negativos asociados a los medicamentos (RNM) y contribuya a obtener una mejora de los resultados terapéuticos. Supone, por tanto, un impacto en la calidad asistencial, en la práctica clínica y en la seguridad de los pacientes, al optimizar el uso de los fármacos, evitar duplicidades y reducir errores en el uso de los medicamentos.
El documento repasa también de forma exhaustiva la cronología de implantación de los servicios de SPD en España, referencia su marco normativo, constata su evidencia científica y enumera los requisitos técnicos que deben observar aquellas farmacias que quieran realizar SPD: zona de atención personalizada, zona de preparación y acondicionamiento y zona de almacenamiento, así como todo el material básico para la elaboración del SPD, desde los blísteres necesarios a la máquina selladora para cerrar los SPD una vez preparados.
Según Adela Martín, coordinadora farmacéutica del documento, «en el ámbito de atención primaria se concentran el 95% de pacientes polimedicados y el 80% de las consultas sobre patologías crónicas. En paralelo, un elevado porcentaje de las más de dos millones de visitas diarias a las farmacias comunitarias están relacionadas con este tipo de pacientes. Por lo tanto, el aumento de las enfermedades crónicas y el envejecimiento de la población ha de llevar a médicos, farmacéuticos y otros profesionales sanitarios a coordinarse y avanzar para cubrir las necesidades de los pacientes y, en este contexto, el SPD puede desempeñar un papel fundamental, aunque aún hay que avanzar para que se conozca más por parte de algunos facultativos».
Por su parte, Laura Aliaga, coordinadora médica, señala que la pandemia de COVID-19 «ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los pacientes crónicos y polimedicados. Se ha demostrado un aumento del 0riesgo asociado al uso de medicamentos y una disminución de la adherencia terapéutica», expresa. Además, la doctora Aliaga recalca que «es fundamental impulsar todas aquellas acciones que potencien la seguridad y eficacia de los fármacos. Los sistemas SPD además de tener un efecto directo en estos dos aspectos aportan una atención integral al paciente teniendo en cuenta no solo las necesidades sanitarias, sino también las sociales, que afectan en gran medida al éxito de los tratamientos».
Acciones de mejora y COVID-19
El documento de consenso propone también una serie de acciones de mejora para el fomento del SPD en atención primaria y farmacia comunitaria, entre las que se incluye el implemento de sistemas electrónicos de prescripción con mecanismos de comunicación directa entre la farmacia y el centro de salud y el fomento de investigación que refuerce y reafirme la evidencia científica que ya respalda el uso de los SPD.
Tanto desde SEFAC como desde SEMERGEN se recomienda, además, que ante la aparición de brotes esporádicos o nuevas oleadas de la COVID-19 se valore la incorporación al servicio SPD de los pacientes polimedicados crónicos de aquellos colectivos más vulnerables. Esto permitiría una mejor coordinación entre los profesionales sanitarios y hacer un seguimiento más efectivo de estos pacientes.
El documento protagonizará una de las sesiones del IX Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios, que SEFAC celebrará a partir del 19 de octubre y hasta el día 22 en formato virtual (www.congreso-sefac.org).