Esta iniciativa se prolongará hasta el 31 de mayo en el marco de los actos del Día Mundial Sin Tabaco, que tiene como objetivo concienciar al paciente de la ayuda y los consejos que el farmacéutico comunitario puede brindarle para dejar de fumar, además de ayudar a este profesional sanitario a adoptar «cambios estratégicos» en su actuación en cesación tabáquica.
De este modo, se publicarán tanto en las redes sociales de SEFAC como a través de su plataforma audiovisual, SEFAC.TV, una serie de vídeos diarios dirigido tanto a pacientes como a farmacéuticos comunitarios, en los que se hablará de la importancia de la intervención breve en farmacia comunitaria, se explicará el protocolo de intervención en cesación tabáquica y se reflexionará sobre la importancia de las recaídas y de poder contar con el apoyo y seguimiento de un profesional sanitario para superarlas. En este sentido, cabe destacar que en la elaboración de los contenidos de la campaña han participado farmacéuticos del grupo de Respiratorio y tabaquismo de SEFAC.
Según lo confirman algunos de los últimos datos oficiales publicado, «la pandemia ha tenido un impacto relevante en la dependencia de los fumadores y en su motivación de dejar el tabaco». De hecho, «la intervención del farmacéutico comunitario en la cesación tabáquica es efectiva tanto para la calidad de vida de los pacientes fumadores como para el sistema sanitario», como han demostrado los resultados del estudio «Evaluación económica del impacto del servicio farmacéutico de cesación tabáquica en la farmacia comunitaria», publicado recientemente por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) con la participación de más un millar de pacientes y 182 farmacéuticos comunitarios. Según este estudio, «el 69 % de los pacientes fumadores atendidos en la farmacia comunitaria con un protocolo de cesación tabáquica consiguió dejar el tabaco a los 12 meses, 16 puntos más que los pacientes a los que no se les aplicó un protocolo específico».
Como ha explicado Leyre Gaztelurrutia, responsable del área de Tabaquismo del grupo de Respiratorio y tabaquismo de SEFAC, «el tabaquismo es una enfermedad que requiere prevención y tratamiento por parte de profesionales sanitarios».
Por su parte, Montse Moral, de la Fundación SEFAC, ha destacado: «Existen evidencias que sugieren con claridad que durante la pandemia han aumentado las recaídas en el tabaco y menos personas se han propuesto dejar su adicción. Esto es especialmente preocupante, ya que al riesgo propio de las enfermedades que genera el tabaco, se suma el hecho de que los fumadores tienen más riesgo de enfermedad grave y muerte en caso de que se infecten de COVID-19 y, además, pueden contribuir involuntariamente a la expansión del virus al exhalar el humo».