Su nueva consideración podría dar a entender que su uso no presenta riesgos graves, pero conviene recordar que las condiciones fisiológicas de cada paciente no permiten descartar un uso inseguro y la aparición de problemas relacionados con la toma de éste y cualquier otro medicamento. El farmacéutico comunitario, como profesional sanitario que ahora puede recibir directamente la demanda del paciente de este principio activo, ve aumentada su responsabilidad de verificar la conveniencia de su toma y efectuar una dispensación segura e informada. La Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), en colaboración con la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), quiere facilitar a los farmacéuticos su labor y por ello ha editado la Guía práctica para la dispensación e indicación de pantoprazol en farmacia comunitaria, que complementa al Documento de consenso de patología digestiva realizado por SEFAC y Semergen en 2009.
La presentación científica de la publicación tuvo lugar en el XI Simposium de Resultados del Programa Dader de Seguimiento Farmacoterapéutico (Simpodader 2011), celebrado en Santander, en el que Eduardo Satué, coordinador de la guía y farmacéutico comunitario en Zaragoza, explicó que «pretende ser una herramienta de fácil manejo para la correcta dispensación e indicación farmacéutica del pantoprazol, con la que asegurar su uso racional en el marco del autocuidado de la salud».
En el caso concreto de este principio activo, la existencia de una guía de apoyo se revela aún más importante, ya que «solo se ha autorizado como especialidad publicitaria una única presentación de este grupo y la información que figura en su ficha técnica es distinta a las del resto de presentaciones que mantienen la necesidad de prescripción», explica Satué. Por ejemplo, la presentación no sujeta a prescripción solo está indicada para tratar de forma esporádica (no más de cuatro semanas) los síntomas de reflujo (pirosis, regurgitación ácida, etc.), frente a la posibilidad que ofrecen el resto de presentaciones de tratar de forma prolongada la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y sus recaídas. Otra diferencia es que la presentación sin receta no está recomendada en menores de 18 años, mientras que las que siguen necesitándola pueden administrarse desde los 12 años, si bien no es habitual que los menores requieran esta medicación.
Esta publicación ya está a la venta en www.sefac.org con un precio reducido para los socios de SEFAC.