La jornada se inició con dos ponencias a cargo de los expertos en temas de innovación y comunicación Luis Fernando Ruiz Bedoya, Insights & Intelligence Director de OMD Group, y Anabel Varela, Head Strategy and Innovation de OMD. Ambos trataron de explicar a los asistentes la importante transformación que está experimentando el mundo del retail debido a las nuevas tecnologías, pero, lejos de transmitir un mensaje alarmista, se centraron en argumentar por qué, a pesar de las apariencias, se camina hacia un futuro centrado en las personas.
Concretamente, Anabel Varela expuso algunas de las tendencias actuales y futuras más relevantes para el retail, entre ellas la importancia de los ‘data’; la omnipresencia; el creciente uso del móvil para la búsqueda de información; la influencia de las redes sociales para la compra tanto online como offline; la creciente presencia del vídeo (se calcula que en 2019 el 80% del tráfico en Internet será a través de vídeos); los ‘chatbots’ (robots capaces de simular conversaciones) como una de las mayores oportunidades futuras para la publicidad y la relación en especial de las marcas con sus clientes; la proximidad y localización; la redefinición del self-service… Ambos ponentes plantearon un futuro en el que cada vez más la frontera entre el online y el offline será más difusa para el consumidor final.
Con estas ideas como punto de partida, se inició a continuación una mesa redonda, moderada por Ignacio Barcala, director comercial de BD Dispensing Spain, en la que se debatió sobre la forma en que las nuevas tecnologías están influyendo en la farmacia. En ella participaron Desiree Ballesteros, coach y CEO de Farmaemocion; Elena Roses, directora comercial de Cofares; Óscar Doñate, farmacéutico y CEO de Farmactiva Healthcare; y Jordi Relat, farmacéutico titular de Barcelona. Todos ellos coincidieron en que las nuevas tecnologías ofrecen a la farmacia un amplio abanico de posibilidades que debe aprender a gestionar. No son, dijeron, un problema ni un trabajo extra para los farmacéuticos, sino un apoyo para mejorar la gestión de la farmacia, aproximarse más a los clientes y lograr mejores resultados. Hubo también coincidencia en el hecho de que, en contra de lo que pueda pensarse, las nuevas tecnologías no están quitando puestos de trabajo en las farmacias, sino todo lo contrario, dado que las personas (los farmacéuticos, en este caso) siguen siendo necesarias. Por ello, concluyeron que el titular de la farmacia debe comprometerse con su equipo y transmitirle los valores de las nuevas tecnologías, porque, al fin y al cabo, se trata de una demanda de los consumidores.