Desde el 6 de junio los farmacéuticos pueden dispensar recetas electrónicas privadas y comprobar la validez de recetas de papel privadas.
La receta electrónica sirve como instrumento de coordinación entre farmacéuticos y médicos, resultando muy efectiva para actuar en beneficio del paciente. Este servicio permite tener un mayor control de la medicación recetada al paciente y evita la falsificación de recetas. La e-receta es un servicio gratuito que las compañías aseguradoras ponen a disposición de los médicos que incluyen en su cuadro.
El Ilustre Colegio de Farmacéuticos de Castellón es pionero en un servicio que destaca por un funcionamiento intuitivo y sencillo. La identificación del profesional que prescribe la receta evita falsificaciones y ofrece un mayor grado de seguridad, evitando duplicidades en los tratamientos y problemas relacionados con los medicamentos.
De este modo se facilita el seguimiento de los pacientes que tengan dolencias crónicas o tratamientos de larga duración y podrán obtener su medicación sin tener que ir de forma repetida a la consulta de su médico.
Además de los puntos favorables mencionados su uso permite la reducción de costes al eliminar papel y a su vez, evita errores por posibles malinterpretaciones en la receta en farmacia.