Se ha comprobado que el mecanismo de acción de algunos de estos tratamientos, incluidos los inhibidores del EGFR (siglas de Receptor del Factor de Crecimiento Epidérmico), interfiere con el crecimiento normal de las células de la epidermis, y puede causar una erupción (o rash) cutánea en los pacientes. En algunos pacientes, esta reacción podría dar lugar a reducciones de la dosis del fármaco o, incluso, a la interrupción del tratamiento.
«Cerca del 80% de los pacientes en tratamiento con antiEFGR experimentan un rash cutáneo que puede ser aliviado con la aplicación de una crema hidratante, protectora y de acción regenerativa basada en la vitamina K1, urea y ceramidas. En concreto, el uso tópico de la crema Pliazón permite reactivar y normalizar el proceso normal de crecimiento de la piel, reduciendo los síntomas del rash y sin interferir en la eficacia del tratamiento antitumoral», explica la Dra. Ruth Vera, jefa de servicio de oncología médica del Complejo Hospitalario de Navarra.
Aplicada en las zonas afectadas dos veces al día, Pliazón consigue reconstruir y reforzar la película hidrolipídica natural, reduciendo los síntomas de rash cutáneo asociado a la administración de fármacos anti-EGFR. «En la mayoría de pacientes tratados con Pliazón se observa un rápido alivio del dolor y el picor y una clara disminución del propio rash y las complicaciones asociadas al mismo, entre ellas la de infección. Ello reduce la necesidad de utilizar antibióticos tópicos y sistémicos y, sobre todo, mejora el bienestar del paciente, ayudando a asegurar la adherencia y cumplimiento del tratamiento, y, en definitiva, aumentando las oportunidades de supervivencia para el paciente».
Tratamiento personalizado
El EGFR es un receptor implicado en el desarrollo y progresión de muchos tipos de cáncer, entre ellos los de pulmón, colorrectal, y tumores cabeza y cuello. Tiene un papel fundamental en la activación del ciclo celular, así como en el desarrollo del epitelio. La activación de EGFR inicia una compleja reacción en cascada que influye en la proliferación, adhesión (o expresión de moléculas de adhesión), supervivencia, migración y diferenciación de las células.
Si bien esos procesos están controlados en las células sanas, en las células tumorales escapan de los controles normales del organismo, dando lugar al típico crecimiento y división celular descontrolados que caracterizan al cáncer. Un componente fundamental en el proceso de estimulación del EGFR es la proteína KRAS, hoy un biomarcador oncológico que permite a los médicos identificar a pacientes con cáncer que van a beneficiarse de tratamientos antiEFGR como cetuximab o panitumumab.
«Los pacientes con un gen KRAS no mutado (o nativo), lo que ocurre en el 65% de los casos, son candidatos al tratamiento con anti-EGFR. Los que tienen un gen KRAS mutado (el restante 35%) no se benefician de él», aclara la Dra. Ruth Vera. «La identificación del estado mutacional del gen KRAS como biomarcador predictivo de respuesta a anti-EGFR (mediante lo que se conoce como test KRAS) ha permitido el desarrollo de la medicina personalizada para pacientes con cáncer colorrectal metastásico», añade. «Esto significa la optimización del tratamiento y la reducción de toxicidades en pacientes que no se benefician del mismo. Ahora, para aquellos pacientes que sí pueden beneficiarse de las terapias anti-EFGR, los especialistas disponemos de una solución capaz de mejorar el bienestar del paciente, favoreciendo así el cumplimiento de los objetivos terapéuticos», termina diciendo la especialista.
El desarrollo del programa Determina KRAS –diseñado por Merck Serono para favorecer el acceso al test KRAS y abrir la puerta al tratamiento con cetuximab a pacientes con cáncer colorrectal metastásico que se benefician de él (unos 8.000 en España)– es una muestra clara del compromiso de la compañía con el paciente oncológico, pero no la única. «Nuestra responsabilidad hacia el paciente es integral», aclara Enrique Granados, responsable del área médica de Oncología en Merck. «Más allá de los propios tratamientos y los objetivos de supervivencia y curación, queremos mejorar el bienestar integral del paciente, lo que en este caso pasa por asegurar que las reacciones cutáneas no solo no le impidan seguir su tratamiento de manera efectiva, sino que no afecten a su calidad de vida y autoestima».
Desde el lanzamiento de Pliazón, hace un año, Merck Serono ha distribuido gratuitamente más de 10.000 packs a pacientes tratados con terapias anti-EFGR.
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