PGEU y Consejo General comparten su preocupación ante posibles medidas que puedan alterar el correcto suministro de medicamentos

La Agrupación Farmacéutica Europea (PGEU) ha hecho público un «Posicionamiento sobre desabastecimiento de medicamentos» en el que pide que se tenga en cuenta el interés del paciente antes de desarrollar medidas que afecten al correcto suministro de medicamentos, en línea con lo solicitado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.

PGEU y Consejo General comparten su preocupación ante posibles medidas que puedan alterar el correcto suministro de medicamentos

Además, PGEU propone que se cumpla la legislación comunitaria y nacional sobre las obligaciones de servicio público de todos los agentes de la cadena y que se genere información y canales de comunicación eficaces para el seguimiento y comunicación de los desabastecimientos.

En este sentido el informe destaca el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CISMED), del Consejo General de Farmacéuticos, como una de las herramientas ejemplo en Europa de información generada por las 8.000 farmacias participantes. CISMED permite detectar en tiempo real situaciones generalizadas de problemas de suministro de medicamentos.

Sustitución
Otra medida propuesta por PGEU es ampliar el alcance de la práctica farmacéutica con el fin de que se puedan utilizar sus habilidades para minimizar el impacto de la falta de medicamentos y ofrecer la mejor atención al paciente. Así, una de las soluciones más habituales en Europa es la sustitución por el farmacéutico, cuando es posible, del medicamento desabastecido. Solución existente también en España y que se desarrollará como recogió, a propuesta del Consejo General, el Plan de Garantías de Abastecimiento de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), incluyendo la necesidad de «progresar en la política de sustituciones de medicamentos».

La PGEU en su Posicionamiento, recoge una encuesta de 2018 que desveló que los farmacéuticos europeos dedican de media más de 5 horas semanales a los desabastecimientos –gestión de stocks, consejos a pacientes, búsqueda de alternativas, etc.– todo ello con el fin de garantizar la continuidad de los tratamientos y evitar perjuicios derivados de su interrupción.